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La ansiada vuelta de Van Rossom

Las ganas de regresar del base del Valencia Basket le permitieron recuperarse de su lesión de espalda antes de lo previsto. Ayer demostró contra Iberostar Tenerife que el tiempo no ha pasado por él y aseguró que "se siente bastante bien"

19/03/2018 - 

VALÈNCIA. La lesión de Sam Van Rossom aquella noche del 26 de enero de 2018 en la Fonteta fue, probablemente, el mazazo más duro para el Valencia Basket en toda la plaga de lesiones. Cuando una dura falta de un jugador del Khimki provocó una aparatosa caída del belga en una entrada, los corazones de los asistentes quedaron congelados. Era el único base disponible y Vidorreta había encontrado con él al mando un quinteto de garantías. Cuando se confirmó que Van Rossom estaría fuera entre dos y tres meses, el equipo taronja quedaba prácticamente huérfano. 

Alberto Abalde cumplió entonces con creces la función de 'uno', pese a ser alero, y la vuelta de Guillem Vives, todavía con dificultades por su lesión de tobillo, dio oxígeno al gallego. Vidorreta todavía ve demasiado verde a Sergi García, quien está en un segundo plano. Mientras tanto, Van Rossom estaba en Bélgica sprintando para poder volver con sus compañeros lo antes posible, con unos tiempos y una fecha en el horizonte. Y vaya si lo consiguió. 51 días después, menos de dos meses, el base volvía a pisar el parquet de la Fonteta ante Iberostar Tenerife. Además con victoria. "Me he sentido bastante bien. Creo que jugamos muy serio 40 minutos, sobre todo en defensa", aseguraba Van Rossom a los medios presentes en vestuarios tras el partido.

El jugador relató sobre su recuperación que "la noche que me iba al hospital pensé que lo tenía muy jodido y al final decir que ha sido menos de lo que parecía puede ser. La lesión fue bastante grave pero hemos recuperado muy rápido y hemos trabajado bien. Quería estar lo antes posible y lo he conseguido".

Siete semanas después de la última vez que se vistió de corto, Van Rossom estuvo en pista un total de 17:01 minutos, con un triple y tres asistencias. Vidorreta admitió en la rueda de prensa posterior al partido que "sabíamos que si aguantaba los cuatro días de trabajo podría jugar. Cuando se lesionó estaba en un grandísimo nivel, recordemos que eso Guillem no lo ha tenido. Ya venía arrastrando una lesión y no ha terminado este año teniendo un buen ritmo competitivo". 

El belga tuvo en sus primeros minutos algunos problemas para estar al nivel que exigía el partido. Van Rossom explicó que "al principio me costaba un poco, cogiendo ritmo. Es normal después de 7 semanas fuera y creo que al avanzar el partido he ido a mejor". El técnico vasco estaba convencido de que el belga tardaría menos en entrar en dinámica que Vives, porque "Sam el mes anterior a la lesión estaba soberbio y para él iba a resultar más fácil reintegrarse al equipo".

En el último cuarto, se vio una versión de Van Rossom en la que parecía que no hubiese pasado el tiempo por él. "El mando de operaciones lo ha llevado muy bien. Las primeras entradas le ha costado, pero para recoger el fruto hay que sembrar. En la tercera ha sido el jugador que ha llevado la batuta del equipo", explicó Vidorreta sobre el base. 

Valencia Basket vuelve a tener un base en perfectas condiciones para encarar una recta final de la temporada de lo más exigente en Liga Endesa, aunque la fase regular de la Euroliga todavía no ha acabado. Esta semana hay doble choque contra el Real Madrid y Olimpia Milán. Van Rossom insistía en que "estos partidos queremos ganarlos porque queremos terminar bien la Euroliga también. Podemos utilizar estos partidos para probar alguna cosa y mejorar otras. Verlo como entrenamientos de altísimo nivel que queremos ganarlos".

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