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Subastar el Rico Pérez y las acciones, vuelve a ser una opción

Foto: Pepe Olivares
2/10/2017 - 

ALICANTE. Subastar el estadio José Rico Pérez junto a las acciones del Hércules, vuelve a ser una opción para el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF).

En el marco de su política de desinversión en los clubes, teniendo presente que ha declarado quebrada la segunda subasta en la que trataba de deshacerse del 15,07% de las acciones del club blanquiazul, además de la deuda de la Fundación, y que tampoco parece que se pueda reconducir la situación con Kuntajara SLU (que la sociedad de Juan Carlos Ramírez termine aceptando hacerse cargo de los honorarios del abogado y procurador que intervienen en el procedimiento que se mantiene en el Juzgado de lo Civil número 7 de Alicante), desde el banco del Consell lo deslizaban este fin de semana a Alicante Plaza, como alternativa a reconsiderar para deshacerse de los activos (acciones, derecho de crédito y estadio) relacionados directa e indirectamente con el Hércules.

Lo anterior encarecería la subasta pero la haría, sin duda, más atractiva. De hecho, los planes iniciales del IVF, allá por marzo, apuntaban a una enajenación conjunta de estadio y acciones.

No obstante lo anterior, hay cuestiones no menores que afectan tanto a las acciones como al estadio que habrían de aclararse antes de abordar una nueva subasta.

Litigio inminente

Kuntajara insiste en recurrir judicialmente la decisión del IVF de declarar quebrada la subasta si en la semana que viene, como tarde, no se firma en notaría el traspaso de la titularidad de los bienes y derechos subastados.

El que un juez tuviera que pronunciarse sobre lo anterior afectaría, sin duda, a la posibilidad de subastar de nuevo las acciones.

Cesión pendiente

Además de la judicialización de la segunda subasta, el IVF y el Ayuntamiento de Alicante hace meses que dejaron claro que querían acordar la cesión del uso del estadio José Rico Pérez por cinco años. 

Ahora bien, aunque no han renunciado a lo anterior, la realidad es que consistorio y banco del Consell siguen sin sentarse a abordar el necesario convenio (el alcalde Echávarri dejó entrever hace dos semanas que en la pasada podía celebrar una reunión pero finalmente esta no tuvo lugar); lo anterior, unido a la tensión reinante en el seno del gobierno tripartito de la ciudad y que un acuerdo con el IVF requiere de su ratificación por el pleno municipal, siembra todavía más dudas sobre el futuro inmediato del estadio.

Foto: Rafa Molina

Arrendamiento

Pero hay más. El clima de tensión que rodea desde el pasado miércoles las relaciones entre el banco del Consell y el Hércules o más concretamente su presidente, Juan Carlos Ramírez, podría también afectar al uso actual del estadio por el club blanquiazul. 

El IVF solicitó en el juzgado la rescisión del contrato de arrendamiento suscrito en 2007 entre el Hércules y Aligestión, empresa esta última en cuya posición se subrogó automáticamente el banco del Consell tras la subasta en la que se hizo con la propiedad del estadio. La rescisión de este contrato es necesaria para poder abordar la cesión del uso al Ayuntamiento pero también podría afectar al Hércules como arrendatario. Por la situación irregular de su deuda con la Agencia Tributaria, el club no puede contratar con la Administración; prohibición a la que puede escapar el actual contrato que el IVF quiere que el juez rescinda, pero no la celebración de uno nuevo.

Foto: Rafa Molina

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