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Alegría: hemos vendido a Cancelo

La normalización de un club vendedor cuyo objetivo pasa por traspasar lo inmediato para poder contratar a largo plazo. Alemany confirmó que en el trance del fair play financiero en los clubes, en este club, interesa vender para apostar...

28/06/2018 - 

VALÈNCIA. Es una señal de madurez, pero también podría ser interpretada como la consecución de un sutil lavado de cerebro. Cancelo, una bala prometedora que ha captado el interés de la Juventus hasta desencolsar una cuantiosa apuesta, se marcha. En lugar de plantearnos si conviene, si no hubiera sido mejor recuperarlo, integrarlo en el equipo propio dándole la confianza en una posición que cojea, en lugar de eso, damos brincos por haberlo podido colocar y encajar las piezas de la cuenta de resultados.

La normalización de un club vendedor cuyo objetivo pasa por traspasar lo inmediato para poder contratar a largo plazo. Alemany confirmó que en el trance del fair play financiero en los clubes, en este club, interesa vender para apostar.

El eje economicista. Los motivos económicos ya tienen mayor peso que los deportivos. En el imaginario no está cuánto se pierde (deportivamente) vendiendo a Cancelo (con lo emotiva que fue su despedida de Mestalla en top..), sino cuánto se gana (económicamente) cerrando su marcha. Otro logro de Mateu Alemany: su docencia amansa, su relato vence. 

En directo un movimiento que ejemplifica el método que el director general -con un nudo de corbata complicado- razonó en su última comparecencia: recaudar por una promesa evolucionada (Cancelo) y apostar por otra en el inicio de su ciclo (Diakhaby).

Cuando se propagaba la idea de que el Valencia iba a por jugadores contrastados para dotar de fondo de armario a un proyecto con recambios frágiles, el primer mensaje es el de un central por acabar de hornear. La persistencia en los centrales from Francia. Ay el susto de los precedentes. 

Varias señales tras el movimiento. 

Señal 1: el Valencia emite en presente pero también en futuro. Diakhabys y Gameiros.

Señal 2: la parabólica manda. Frente a quienes intentaban aguar el protagonismo de Longoria, puum. Una inversión de 15 millones con su firma.

Señal 3: la cuadratura del círculo no es tan cuadrada. Que el Valencia despunte el verano con fichajes de promesas a 15 kilos desmiente parte de la supuesta austeridad. Por tanto un aviso de que la gran venta no será solo Cancelo y los fichajes intensos no pasan solo por Kondogbia y por los intentos infinitos por Guedes.

Señal 4: ¿celebraremos más las ventas que las compras? 

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