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Alejandro Martínez: "Solo me queda estar en los JJOO, es mi sueño"

El ciclista en pista considera que ya ha participado en todas las competiciones más importantes de su deporte y su reto ahora es llegar a la cita olímpica de Tokio 2020

19/10/2018 - 

VALÈNCIA. Alejandro Martínez (28/05/1998 San Vicente del Raspeig, Alicante) es uno de los jóvenes deportistas valencianos del Proyecto FER que está despuntando a nivel internacional. En su caso, el ciclismo en pista, deporte con el que ya ha competido en prácticamente todas las competiciones que se le podían poner por delante y solo le queda la más importante: estar en los Juegos Olímpicos. Un sueño que podría estar cerca de ver cumplido.

La bici es ese medio de transporte que la mayoría de los padres enseñan a sus hijos después de aprender a andar. Para Alejandro, la bici se convirtió para él en su segundo par de piernas. “Empecé a montar en bici con dos años gracias a mis padres. Mi padre ha sido ciclista y mi madre es una apasionada de este deporte. A los 4 años empecé a competir y desde entonces no he parado. Mis padres me engancharon y yo me enamoré de este deporte”, cuenta el alicantino.

Siendo el ciclismo un deporte minoritario (en comparación con otros como el fútbol, el tenis o el baloncesto), Alejandro nos relata la historia de por qué se decantó por la disciplina en pista, por delante de la de carretera: “El ciclismo en pista nunca fue mi prioridad, es más, la oportunidad llegó de sorpresa. Desde que fui infantil y teníamos la opción de correr en pista he competido en la pista, pero siempre como preparación para la carretera. Hasta juveniles, la pista era parte de mi preparación para la ruta porque me daba un muy buen punto de cara a los sprints. A pesar de esto, conseguía todos los años títulos de campeón de España en velocidad en la pista. En 2015, tuve un año duro y no me dejaron por parte de mi equipo tener la opción de competir en el Europeo Junior de ese año y el año siguiente quise tener mi opción de estar en un Europeo y un Mundial junior de pista y poder luchar por puestos de honor. Fui bronce en el Europeo y octavo en el Mundial, lo que me abrió la puerta a la selección nacional Absoluta. Desde aquel día, decidí luchar por sueños grandes y ponerme metas nuevas, fuera de la carretera que siempre había sido mi prioridad y me centré en la velocidad en la pista”.

Cuando Alejandro se centra en algo, lo hace al cien por cien y así ha hecho con el ciclismo, del que ahora mismo tiene la “suerte” de poder vivir. Para ello, ha tenido que hacer sacrificios. “Dejé los estudios cuando decidí apostar todo por cumplir sueños y objetivos. Siendo sincero, me arrepiento un poco de haberlo dejado tan pronto, no solo los estudios, sino prepararme de otra manera para el futuro, ya que desde los 18 años estoy en la selección absoluta y me dedico a ello. El ciclismo también me ha enseñado muchas cosas que no podría haber aprendido en otro lugar. También sé que soy joven y que tendré la oportunidad de dedicar mi tiempo a algo que me ilusione tanto como lo hace el ciclismo en un futuro. Para ese momento estaré preparado”.

Dedicarse en cuerpo y alma al ciclismo en pista ha sido escoger un camino más bien de introspección, la que ha sido la parte más dura para él durante este tiempo, pues lo considera un deporte “muy solitario”, en comparación con el ciclismo de carretera. “Nosotros trabajamos sobre distancias cortas ya que nuestra prueba más larga es un kilometro y ellos trabajan sobre distancias largas. Trabajamos mucho la fuerza y la explosividad, son dos disciplinas muy distintas. Hay muy poca gente que se dedique en España a este mundo, entonces el trabajo es muy solo ya que en la selección cada corredor es de una parte distinta de España y no estamos juntos, solo cuando nos concentramos antes de las competiciones internacionales. Los entrenamientos son muy exigentes y en gran parte, estamos solos. Entonces en ese aspecto es duro, pero te ayuda muchísimo a conocerte a ti mismo y enfrentarte a situaciones complicadas”, explica Alejandro.

El deportista está en un momento de crecimiento y superación. El año pasado completó su primera temporada en la elite y la sub23, categorías que compagina. El valenciano se siente “feliz con los resultados” ya que “fuimos décimos en el Mundial y yo fui noveno en el kilómetro del campeonato de Europa sub23”. Recientemente, “he conseguido victorias internacionales, gané en Italia un competición internacional la prueba del kilómetro y varios pódiums. Además, en el europeo sub23 fui sexto y en el mundial repetimos top 10 siendo décimos de nuevo”, añade el ciclista. Buenos resultados pero Alejandro piensa que “lo mejor esta aún por llegar” y añade que fue "medallista europeo en junior" y también acabó "tercero en el ranking mundial”.

Un amplio palmarés que le permite apuntar ya a lo más alto. “He competido en las competiciones más importantes del deporte y solo me queda estar en los JJOO, es mi sueño”, confiesa Alejandro. Pero a corto plazo disputará la Copa del Mundo con seis citas: “Esta semana viajamos a París y de seguido a Canadá para las dos primeras citas. Vamos paso a paso para luchar por intentar estar en Tokio 2020”. Y a medio plazo “me quedan dos años de sub23 y quiero luchar por volver a estar en el pódium del Europeo”. El valenciano lo tiene todo planeado.

El deporte es mucho más que las simples competiciones y el apoyo externo es un importante salvavidas para el deportista. En el caso de Alejandro, confiesa que su “mayor ilusión” habría sido que su abuelo “hubiese estado en los momentos más bonitos de mi vida tanto personal como deportiva, me hubiese encantado compartirlo con él”. Pese a todo, “me siento orgulloso de tener a mi familia y de su apoyo, de tener a gente tan bonita a mi alrededor y de ver que evoluciono como persona y deportista cada día. Nunca dejo de equivocarme y aprender, y aunque hay mas momentos malos que buenos, siempre llega la recompensa al trabajo y el sacrificio”, cuenta el ciclista.

Y una ayuda muy importante para él también es la del Proyecto FER, que admite Alejando que ha sido “una pieza clave” en su carrera durante los últimos tres años. “Estoy muy orgulloso de formar parte de esta familia y espero más pronto que tarde, darles alguna alegría de gran tamaño”, asegura el valenciano. Para ello no puede tener mejores referentes y modelos a seguir: “Hace poco vi a mi ídolo ser Campeón del Mundo a los 38 años de edad. Alejandro Valverde siempre ha sido mi modelo a seguir. Para mí es el mejor ciclista español después de Don Miguel Induráin, le tengo mucho respeto y he tenido el placer de compartir kilómetros con él. Nunca se ha rendido y ha conseguido todo lo que se ha propuesto”.

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