GRUPO PLAZA

mari carmen sánchez (cs) vs antonio estañ (podemos)

Un debate valenciano sobre las dos 'Españas'

El resultado electoral de Cataluña ha disparado las expectativas de Ciudadanos y ha frenado las de Podemos. Los nuevos portavoces de los dos partidos más jóvenes de Les Corts analizan lo ocurrido y el futuro que quieren para esta España en revisión 

| 17/01/2018 | 3 min, 1 seg

VALÈNCIA.-  Mari Carmen Sánchez (35 años) y Antonio Estañ (30) no solo tienen en común su origen, la provincia de Alicante. Ella es portavoz de Ciudadanos en Les Corts; él, además de ser su homólogo en Podemos, es secretario general del partido de los círculos en la Comunitat Valenciana desde el pasado mes de mayo. Ninguno de ellos llegó a ocupar su cargo sin ese estado de ánimo del que vive imbuida la política: la polémica. Sánchez, filóloga de profesión, y «política por vocación», fue designada por la dirección estatal de su formación después de numerosos desencuentros con su predecesor, Alexis Marí. El carácter rebelde de este diputado, evidenciado en su actitud de no plegarse a las directrices nacionales, le dejó fuera de toda órbita y responsabilidad en el partido de Albert Rivera. Estañ, filósofo de carrera y líder del sector crítico con el anterior secretario general, Antonio Montiel, fue elegido por las bases. Su etapa como líder empezó con el sabor amargo de incumplir una de sus promesas: fue designado síndico a petición de la Ejecutiva morada después de haberse comprometido a no ostentar el doble cargo (institucional y orgánico). 

A pesar de que sus partidos son polos opuestos y que en muy contadas ocasiones se han atraído —comparten ejes como la limitación de mandatos, la transparencia y la regeneración democrática—, las formaciones de Estañ y Sánchez cuentan ahora con ciertas lógicas y afecciones comunes. Y el procés independentista de Cataluña, un conflicto estatal que ha agitado a todas las comunidades autónomas, es la demostración de cómo las naves nodrizas autonómicas de las formaciones emergentes son más vulnerables a cualquier maremoto nacional. Plaza los ha juntado para debatir sobre ello. 

Lea Plaza al completo en su dispositivo iOS o Android con nuestra app

Un tsunami de esas dimensiones, como es el desafío independentista, no les podía resultar ajeno. «Es inevitable. Se habla en todas partes», defiende Sánchez. La gravedad de la crisis catalana es incuestionable. Se ha puesto en jaque la organización territorial del Estado y se ha roto el acuerdo constitucional. Y las respuestas y réplicas de los dos bloques han agitado al máximo dos placas tectónicas: la representada por los separatistas que pretenden lograr la secesión a cualquier precio, y la de los sectores más centralistas, que se frotan las manos con una extensión del artículo 155 de la Constitución a las autonomías indisciplinadas. 

 «Cataluña se ha utilizado como pieza política», se queja Estañ. «Se apela al Tribunal Constitucional, pero estamos viendo una perversión del constitucionalismo en el sentido de que este órgano judicial está para vigilar que los derechos sociales se respeten, no para que se recurran leyes que avanzan hacia ese fin», señala. Una respuesta que genera suspicacias en Sánchez, quien pregunta con insistencia a Estañ si Podemos está al lado o no de la legalidad constitucional. 

* Lea el artículo completo en el número de enero de la revista Plaza

next