GRUPO PLAZA

El biscottone del Valencia

No es una cuestión de alejarse de Mendes, parte inherente de la implicación de Lim en el fútbol. Se trata de que la fórmula se invierta y sea Mendes el que se adapte a las necesidades del Valencia, no al revés como ha ocurrido hasta ahora

13/11/2015 - 

VALENCIA. Hace unos días Plaza Deportiva contaba el encuentro fortuito entre un aficionado del Valencia y Jorge Mendes. Coincidieron en tránsito aeroportuario y el fan pudo preguntar a Mendes. Es como circular por la calle y encontrarte al Gran Hermano de Orwell. Antes esas el valencianista le propuso un intercambio entre Nuno y Mourinho. Tú a Chelsea y yo a Valenciastán. Mendes esbozó una sonrisa. Solo es una anécdota.

El Valencia traza sus intenciones inmediatas. Movimientos para dar empaque al área deportiva, tan liviana que cualquiera dudaría que la intención de este proyecto es dotar de fuerza futbolística al club. Y así más chance para Alesanco, confianza en Phil Neville como ayudante total de cámara, refuerzo privado a Nuno -ahora que ha encontrado periodistas talismán tiene mucho avanzado-, búsqueda de delanteros, debates sobre fichajes…

Es oportuno discutir sobre si se necesita un delantero artillero o una lagartija, si beneficia que Alesanco adquiera mayores competencias. Es esperanzador que el club redoble su apuesta y quiera en el mercado de fichajes incorporar novedades al equipo (si además de incorporaciones fueran refuerzos ya lo bordamos). Pero todo ello me parece completamente secundario.

La principal necesidad que tiene el Valencia, y en consecuencia el proyecto de Lim -todavía merecedor de confianza, pero la confianza se extingue- es deshacer el biscottone en el que el club está inmerso, y por el cual beneficia a discreción a Jorge Mendes, Gran Hermano de la entidad. Ahí está el quid, el enredo a partir de cuya solución se ordenará el resto.

No es que no se entienda que Lim y Mendes sean aliados comerciales y puedan intentar hacer con sus activos lo que les venga en gana, la cuestión es este biscottone, esta alianza sumisa del Valencia para con Mendes, ha fallado, ha puesto en graves problemas al proyecto, es un disparate.

Si a Nuno se le acaba el talismán transitorio y los acontecimientos obligan a suprimirlo como entrenador (quién sabe si podría seguir en otro cargo…), las quejas futuras buscarían nuevo destinatario. Y la confianza, repitamos, se extingue. También la que se tiene en Lim.

La solución empieza por deshacer ese biscottone. No es una cuestión de alejarse de Mendes, parte inherente de la implicación de Lim en el fútbol. Se trata de que la fórmula se invierta y sea Mendes el que se adapte a las necesidades del Valencia, no al revés como ha ocurrido hasta ahora, donde el peaje por contar con Mendes como Gran Hermano ha sido mayor que los beneficios. Con daños colaterales como que la clase media defensiva esté compuesta por Santos y Vezo, lejos del nivel mínimo y causantes habituales de esperpentos.

Si el Valencia no se apropia de autonomía, si no deja de servir a terceros en lugar de reforzarse, después de Nuno los ojos se dirigirán a Lim.

next

Conecta con nosotros

Valencia Plaza, desde cualquier medio

Suscríbete al boletín VP

Todos los días a primera hora en tu email