Marina Lizarazu, base del Valencia Basket, aseguró en su presentación como jugadora del club que es un orgullo pertenecer a un club que apoya tanto al baloncesto femenino
VALÈNCIA. Marina Lizarazu, base del Valencia Basket, aseguró en su presentación como jugadora del club que es un orgullo pertenecer a un club que apoya tanto al baloncesto femenino y jugar en una ciudad que en su opinión se ha convertido en una referencia de este deporte.
"Es un orgullo estar en Valencia y formar parte del proyecto que trae de vuelta el baloncesto de primera a la ciudad. Estamos con muchas ganas de darnos a conocer, tenemos un grupo muy trabajar y vamos a dar mucho que hablar", auguró.
"Valencia se esta convirtiendo en la ciudad del baloncesto femenino y ojalá muchos equipos sigan el ejemplo del Valencia Basket", añadió.
Lizarazu dijo que en estos primeros días de pretemporada "nos estamos centrando en construir una nueva identidad de equipo, nos estamos empezando a conocer para competir contra cualquiera".
"Queremos estar lo más alto posible y no nos vamos a dar por vencidos antes de ningún partido", advirtió.
Vicente Solá, presidente del club, destacó su "prometedora" trayectoria que incluye formación en los Estados Unidos y muchos éxitos con las categorías inferiores de la selección.
"Pese a su juventud, conoce bien la nueva competición en la que debutamos y también tiene experiencia en la Euroliga. Además de su probada capacidad de sumar puntos tiene una gran capacidad para generar juego", explicó.
"Nos llena de orgullo que jugadoras como Marina vean que es el lugar idóneo para seguir su desarrollo", añadió.
El acto se celebró en una de las tiendas de Pinturas Isaval, uno de los patrocinadores del club valenciano y en él se presentó también a Louis Labeyrie, ala-pívot del equipo masculino de la entidad.
