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Marcelino cierra el año enfrentándose a su pasado y a su sorpresiva salida del Villarreal

Mientras el Valencia (su futuro equipo) jugaba un amistoso en Alzira con Pako Ayestarán al frente hace dos temporadas, el Villarreal CF anunciaba la destitución de Marcelino. El despido no estuvo exento de polémica en su momento. Mañana Marcelino se cita con su pasado para cerrar el año.

22/12/2017 - 

VALÈNCIA. Diez de agosto de 2016, está anocheciendo en Alzira mientras el Valencia CF juega en el Lluís Sunyer un amistoso contra un combinado de la Liga nigeriana. El desastroso encuentro que está jugando el equipo de Pako Ayestarán pese a la victoria, es lo de menos. A poco más de 44 kilómetros de distancia, en Villarreal, se está tomando una decisión que -a la larga- sería capital para el Valencia CF: la destitución de Marcelino García Toral como entrenador del conjunto amarillo.

Todo arranca meses antes, el 15 de mayo de 2016, en la última jornada de la temporada 15-16. El Villarreal con Marcelino en el banquillo visita El Molinón. Los del submarino tienen los deberes hechos pero el Sporting necesita una victoria para mantenerse en primera. El pasado sportinguista de Marcelino sale a relucir durante toda la semana y para colmo el Sporting gana 2-0 y se mantiene en primera. La imagen del Villarreal no fue la mejor y para remate la mujer de Marcelino coloca un twit en su cuenta personal que multiplicó las sospechas "Me voy de Asturias con el trabajo hecho. Os dejamos en Primera". Las acusaciones de amaño en el entorno de los equipos perjudicados, fundamentalmente el Rayo Vallecano, pone en entredicho la imagen del club amarillo.

Todo este affaire no sentó nada bien en la cúpula de mando del Villarreal. Este asunto venía a sumarse al desgaste que ya arrastraba Marcelino tras haber cumplido tres temporadas en Villarreal. La cuarta (pese a su renovación anunciada el 13 de noviembre del 2015), no llegaría a comenzar...

Todo explota en el partido del Teresa Herrera que juega el Villarreal el 9 de junio. Las diferencias de la plantilla con el técnico, y fundamentalmente de Mateo Musacchio (hombre con mucho peso en aquel vestuario), precipitan el adiós del técnico asturiano al banquillo del equipo castellonense.

Marcelino se despide de la afición del Villarreal por carta, pero las relaciones entre club y entrenador se enturbian. Fernando Roig hace unas declaraciones en las que textualmente dice "siempre he defendido la honradez en el fútbol y no podía permitir circunstancias como las que ocurrieron a final de temporada". Y además añade "que no se venda que la decisión se tomó por el enfrentamiento con Musacchio. La decisión es del presidente y viene motivada por lo que sucedió a finales de temporada". Además también dijo que "no puedo permtir que hubiese gente que quisiese dirigir el Villarreal de forma paralela, tomando ellos las decisiones. En este club solo manda una persona y ese es Fernando Roig". Los dos primeros fragmentos fueron entendidos como una clara alusión a lo sucedido en Gijón, mientras que el último se entendió como una mención directa a sus exigencias a la hora de tomar parte en la decisión de fichar ciertos jugadores.

El revuelo de formado por estas declaraciones fue de tal calibre que Marcelino dio una rueda de prensa para defenderse de las desafortunadísimas y demagógicas declaraciones del presidente del Rayo, Martín Presa, quién comparó a Marcelino con el piloto de la compañía Lufthansa que meses atrás había estrellado un aparato de manera intencionada ocasionando un gran número de muertes. Marcelino afirmó de manera tajante "en este momento requiero públicamente al señor Martin Presa para que se retracte en las próximas horas por su desafortunada opinión publica, por la comparación entre mi persona y el piloto de Lufthansa. Ni estoy loco, ni soy un asesino, mi profesión es ser entrenador de fútbol, honrado y profesional. El señor Presa me ha insultado y ofendido. Si no rectifica de inmediato ejercitaré las opciones legales oportunas". Además el mismo Marcelino no dudó en afirmar sobre las declaraciones de Fernando Roig que "me llamó personalmente y me dijo que nunca dudó de mi profesionalidad y mi honestidad". Aún así Marcelino, reconoció que "me equivoqué. Hablé más con el corazón que con la cabeza", pero nunca falté a mi profesionalidad".

Días más tarde, el propio Fernando Roig también normaliza la situación con otras declaraciones en las que intentó borrar la sombra de la duda alimentada días atrás "Nunca dije que lo despidiera por el partido ante el Sporting. No pronuncié ni la palabra Gijón ni nada parecido. Lo que sí dije es que hubo cosas en el final de temporada y el inicio de la actual que no me gustaron. Nunca dije que Marcelino no fuera honrado. No me gustaron sus declaraciones -previas al partido de Gijón-, es verdad. Se lo dije en ese momento y se lo repetí el otro día". Roig zanjó el tema diciendo que nunca pensó que pudiera existir un amaño, porque de manera contraria hubiera destituído a Marcelino de manera instantánea.

Todo aquello ayudó a calmar un final de verano tormentoso entre Marcelino y el que fue su equipo durante casi cuatro años, aunque como cualquier profesional Marcelino deseará ganar. Fundamentalmente por él, pero quién sabe si la manera de salir del Villarreal no alimenten el alma de su obligación como profesional que será conquistar los tres puntos para cerrar el año. Un año, precisamente, en el que Marcelino ha vuelto por la puerta grande a un banquillo del fútbol español como el del Valencia CF

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