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opinión

El purgatorio de Lim

El máximo accionista se encuentra en una especie de purgatorio. El valencianismo se debate entre darle una última oportunidad o el toque de gracia. Sin embargo, la coherencia de sus últimas decisiones invitan a pensar en un Valencia mejor y por lo tanto, en la absolución del mandatario oriental...

12/05/2017 - 

VALENCIA. No nos acabaremos de fiar hasta dentro de un tiempo, pero la realidad es que Peter Lim da la sensación de no querer repetir errores del pasado y parece dispuesto a dar un giro de 180 grados a su manera de operar en el Valencia. El máximo accionista se encuentra en una especie de purgatorio. El valencianismo se debate entre darle una última oportunidad o el toque de gracia. Sin embargo, la coherencia de sus últimas decisiones invitan a pensar en un Valencia mejor y por lo tanto, en la absolución del mandatario oriental.

Ahora está de moda venerar la figura de Alemany como espíritu del cambio de Lim. Seguro que le ha ayudado a abrir los ojos en ciertos temas, pero la realidad es que Lim ya tomó una serie de decisiones importantes antes de la llegada del mallorquín.

Primero cambió el perfil de entrenador. Que nadie olvide que Marcelino era el elegido a finales de 2016 pero no firmó por temas legales, y al no poder hacerse con sus servicios, se decantó por Prandelli. Ya a finales del año pasado cambió su política a la hora de firmar técnicos, dejó a un lado las apuestas y optó por una figura más curtida para el banquillo. También hay que subrayar la celeridad con la que ha contratado a Marcelino, con dos jornadas de antelación al final de La Liga.

Lim también ha paliado la ausencia de gente de fútbol en el club. Tomó la decisión de crear una dirección deportiva fuerte, con más miembros que en anteriores etapas y él fue quien colocó a Alemany de director general. Era necesario otorgarle poder a una persona que ya había ejercido esta profesión y que conocía a la perfección el funcionamiento de LaLiga y sus estamentos. Era un disparate tener al mando del Valencia a personas que no sabían ni lo que era un fuera de juego. Hoy el Valencia vuelve a parecer un club de fútbol y no una empresa más.

Lim está cambiando. Sin embargo, lo último que nos deja un ligero tufillo al pasado es el hecho de no haber elegido al entrenador del director deportivo. Setién era el candidato de Alesanco, pero el máximo accionista se ha decantado por Marcelino. Aun así, la realidad es que Marcelino está mucho más preparado que Setién para lidiar con un toro como el Valencia. 

En este mercado de fichajes veremos si Lim verdaderamente ha cambiado o si todo esto es una pantomima más. Ya no vale tener el sí de Imbula y firmar a Caio. Ya no vale ir a Barcelona a vender al delantero titular y no traer un reemplazo. No vale vender la idea de proyecto “low cost” y en vez de firmar a Albiol por 12, acabar trayendo a Garay por 24. Se palpan los cambios pero todavía cuesta creer en la figura de Lim, de momento seguirá en el purgatorio y ya volveremos a juzgarlo el uno de septiembre cuando se haya cerrado el mercado. 

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