El Valencia Basket sobrevive al empuje del Magariños

VALÈNCIA. El Valencia Basket logró imponerse en el encuentro de ida de la eliminatoria de cuartos de final de la Liga Femenina Endesa que le mide con el Movistar Estudiantes (56-58) pese al espectacular ambiente vivido en el polideportivo Antonio Magariños, lleno de un público que no paró de animar durante todo el choque.

Salió el cuadro visitante con ganas de demostrar por qué ha terminado liderando la primera fase de la competición, jerarquía que plasmó con un 0-9 inicial que comenzó con un triple de Lauren Cox y seis puntos de Raquel Carrera. No terminó ahí la influencia de ambas, pues otro acierto exterior de la estadounidense y un tiro libre posterior hicieron que se repartieran entre ambas los trece primeros puntos de las naranjas.

Ahí se frenaron y dieron alas al cuadro anfitrión, que poco a poco fue mordiendo la desventaja hasta situarse a solo dos puntos (11-13). En ese momento sonaron las alarmas en un Valencia Basket que gracias a su rotación se marchó al desenlace del primer cuarto con un parcial de 0-6 (11-19).

El varapalo no descompuso al Estudiantes, que de vuelta al parqué volvió a meterse en faena con el paso de los minutos hasta sellar un 11-2 favorable que le dejó una vez más a tiro de dos. Marie Gulich primero y después Leticia Romero con un triple apagaron el fuego en la previa del descanso (27-34).

Tras el paso por vestuarios, Cristina Ouviña y Gulich con sendos triples cortaron el ímpetu de salida de las madrileñas pero no las sacaron del partido, pues en su momento más difícil volvieron a emerger con un 6-0 que les ayudó a afrontar los diez minutos decisivos solo cinco por debajo (40-45).

Fue entonces cuando las hermanas Massey en la cancha, y el público en las gradas, comenzaron a ser un problema para el Valencia. Convertido Magariños en un hervidero, el sufrimiento del equipo se acrecentó por momentos.

En ese contexto, fueron Carrera y Romero quienes sostuvieron a las suyas hasta que Nadia Fingall se sumó al castigo estudiantil. Finalmente la victoria no pudo quedarse en casa, aunque el cruce queda muy abierto para la vuelta.