ALICANTE. El Lleida Esportiu, el próximo rival del Hércules, ha solicitado a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) el aplazamiento del partido que debe jugar el próximo sábado en el Rico Pérez por un caso de Covid-19 en su plantilla.
Según el club ilerderse, el mismo fue detectado en el día de ayer. Se trata de un jugador que "presentaba síntomas compatibles con la enfermedad" tras jugar en el Olímpic Camilo Cano la tarde del sábado, lo que ha llevado a decretar la suspensión de toda la actividad y el aislamiento del equipo por considerarse al resto de futbolistas y 'staff' técnico contactos directos (estando pendientes de conocer si también están infectados).
La RFEF no tardará en pronunciarse sobre la solicitud del cuadro ilerdense y a nadie le escapa que lo hará aplazando el encuentro, por lo que el Hércules enlazará un segundo fin de semana sin jugar por razones ajenas; si no pasa nada más, su próximo partido será el que precisamente ha de enfrentarle a la Llagostera el miércoles que viene, viéndose obligado a disputar cuatro partidos en 11 días...
Así, pese a sus dos victorias en tres encuentros y los continuos tropiezos de sus rivales directos, el equipo de Manolo Díaz seguirá obligado a jugar a cara o cruz sus choques: los aplazamientos les impiden sumar puntos antes de enfrentarse a conjuntos que por el peculiar formato de competición tienen siempre más al haber disputado más partidos (en la fase regular) no obstante los aplazamientos de ahora.
