Bragarnik homenajea al recogepelotas que permitió encarrilar la permanencia

ELCHE (EFE). El propietario del Elche, el argentino Christian Bragarnik, ha homenajeado a Juan Carlos Vicente Mulero, recogepelotas del equipo ilicitano, por ser decisivo en la acción del primer gol ante el Athletic Club que permitió encarrilar la permanencia en LaLiga.

El agente futbolístico ha entregado a Juan Carlos Vicente, recogepelotas del club desde los 12 años, una camiseta del Elche y un balón.

Con 0-0 en el marcador, el recogepelotas del Elche se dio prisa para entregar la pelota a un jugador ilicitano aprovechando que un rival estaba sobre el césped tras cortar el balón. La acción pilló por sorpresa a la defensa vasca y propició el primer gol de Lucas Boyé.

“¿Dónde está el mejor asistidor de la Liga?”, se pregunta Bragarnik, en un vídeo subido a las redes sociales por el Elche, mientras busca por las dependencias del club al recogepelotas.

Tras una conversación, el argentino le ha felicitado en su nombre y en el del “pueblo ilicitano” por su actuación y ha destacado que en ocasiones los pequeños “detalles” acaban siendo determinantes.

Juan Carlos Vicente admitió su sorpresa por la repercusión que ha tenido su acción. “Ya en el campo vino a abrazarme Pere Milla y a decirme que el gol era mío”, recuerda el recogepelotas, quien también recibió la enhorabuena y el agradecimiento del entrenador, Fran Escribá.

“Cuando estaba el equipo celebrando la permanencia en el campo vino el míster a preguntar quién era el del gol. Me dijo que había dicho a la gente del banquillo que medio gol era mío”, desveló.

Juan Carlos Vicente indicó que el agradecimiento de Escribá era tan grande que cuando le pidió hacerse una foto el entrenador le comentó que podía pedirle “lo que quiera”.

El recogepelotas, sorprendido por la repercusión de su acción a nivel de redes sociales, recordó que era necesario “marcar rápido para que el Huesca sintiera la presión”. “Yo iba acompañando la jugada. Vi que el rival se caía y el resto es historia ya”, concluyó.