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Exposición en la galería Aural e instalación sonora en la Peluquería

‘Des_variaciones dixlocoda’, el sonido incómodo de la concentración y el código morse como leitmotiv

21/01/2020 - 

ALICANTE. En 1838, Samuel Morse puso su apellido a su invento, un sistema de puntos y rayas útil para comunicarse mediante sonidos breves. El Código Morse nació seis años después (1832) de que el mismo inventor desarrollase el primer prototipo de telégrafo. Con todo un alfabeto numérico y de letras -cada una de ellas representada por determinados puntos y rayas-, esta vía de comunicación cifrada ha servido y sirve para retransmisiones telegráficas, radiofónicas y en el terreno de la aviación, entre otros usos. Debido a la evolución y modernización en el sistema de comunicaciones, el Código Morse ha quedado relegado al aprendizaje de personas aficionadas, teniendo cabida también en el mundo del arte. Este es el caso de José Maldonado, quien el viernes 17 de enero logró que la sala de exposiciones La Peluquería entrase en trance a través de su intervención sonora basada en puntos y rayas, titulada Des_variaciones dixlocoda. Tomando la montaña dorada con tacto y a ciegas. "Se trata de un cruce entre braille y morse con el fin de crear una composición musical muy básica, de dos notas -si y do-, que es la idea de la música minimalista", comenta el artista.

La frase codificada que Maldonado interpreta musicalmente y que supone el centro de su expresión artística es la capacidad de la lectura jamás debe ser menospreciada, que tiene su autoría en Paul de Man, "un filósofo belga que emigró a Estados Unidos. Es una frase que empleábamos José Luis Brea, amigo y crítico español, y yo; era como una broma entre nosotros, porque le dábamos el significado de vuélvelo a leer y seguro que lo entiendes", explica la historia personal detrás del arte. Sin embargo, Maldonado desvela que la de Paul de Man consiste en una reinterpretación de una cita original de Jacques Derrida.

Pero no son estos los únicos protagonistas de la intervención sonora, ya que el artista también invoca a dos figuras de la música: en primer lugar, Brian Eno, "que publicó un disco llamado Taking tiger mountain (by strategy), el cual tomo como subtítulo de la intervención porque adquiere el significado de coger el toro por los cuernos". Y, por otro lado, Johann Sebastian Bach, "porque se ha convertido en el padre de la música drone (un estilo minimalista y con repetición de sonidos), ya que con muy pocas notas puede componer un canon cangrejo, es decir, generar muchas variaciones", da sentido al título.

Mezclando a estos cinco referentes y fijando la frase la capacidad de la lectura jamás debe ser menospreciada como leitmotiv, Maldonado empuña su guitarra y su caja de música para formar "una polifonía con varias capas y crear un ambiente sonoro envolvente que puede inducir a los y las oyentes a la meditación y también romper esa posibilidad de concentración", explica la dualidad de la intervención. Dentro de la posibilidad de caer en ese trance, el artista pretende que el público se centre en un pensamiento en concreto: "Todos somos disléxicos en mayor o menor grado. Trato de transmitir el concepto que comenta Paul de Man de pararse, leer con cuidado, estar atento y captar el sentido de lo que alguien está expresando. La idea es la de insistir", revela.

Una persistencia de la que Maldonado es creador y facilita al público a través de establecer las bases para la concentración y, al mismo tiempo, derribarlas, "evitar que los y las asistentes caigan de lleno en ese estado, distorsionando la línea sonora con el pedal o creando un eco. Es un concepto básico en el que he estado trabajando: nada en esta vida es fácil", muestra una visión cruda. De manera paralela a la interpretación musical del artista, se proyectó una película en formato 16 milímetros que completó la parte visual de esta banda sonora, en la que aparece "una línea que se va cortando; como si estuviéramos conduciendo por una autovía y la línea continua se volviera discontinua y viceversa. Esa raya, en Código Morse, representa la frase", insiste en el leitmotiv.

Las dos sesiones musicales que tuvieron lugar el viernes son una especie de epílogo de la muestra que expone en la galería Aural, en Alicante, que se podrá visitar hasta el 8 de febrero, debido a su ampliación -ya que, en principio, iba a estar disponible hasta el 18 de enero-. En este espacio se puede ver una suite de nueve cuadros que forman una sola obra, poniendo como centro la frase de Paul de Man -así como las reinterpretaciones de Derrida y de José Luis Brea- "y combinándola con una cita del mundo de la física cuántica", traslada.

"Aquí trabajo con colores de interferencia, que son tornasolados, en los que dependiendo del ángulo de incidencia de la luz se puede ver el rojo o su complementario, el verde. Por tanto, el espectador o espectadora nunca está observando la misma obra -aquí es donde se incluye ese punto de dislocado (dixlocoda)-, porque cuando se mueve, cambia el ángulo de vista y, por tanto, el color", explica la peculiaridad de la pintura que emplea. Además, en esta exposición Maldonado consigue plasmar de manera visual el Código Morse a través de pintura luminiscente: "Cuando se apaga la luz se manifiestan las rayas -representadas por dos cuadrados- y los puntos -representados por un cuadrado-. Solo cuando la sala está a oscuras se puede ver el código, con cada una de las palabras repartidas en uno de los nueve cuadros hasta formar la dificultad de la lectura jamás debe ser menospreciada", ayuda a entender su obra.

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