Hoy es 14 de octubre
ALICANTE. Claudio sorprendió a propios y extraños en la puesta en escena. Un esquema novedoso, 4-3-3, con Falcón al marco; Juanjo, Santamaría, Bueso y Connor en defensa; un trivote en el medio formado por Checa de escudero, y Navarrete y Pepelu en la creación; y arriba Chechu en la izquierda, Gaspar de falso extremo derecho dejando espacio a Nieto, y Óscar Díaz en punta.
A las 17 horas, con la confirmación de los onces iniciales, saltaba la noticia: Juli era baja en los locales por molestias musculares. Claudio, tal vez por esta ausencia, o por sorprender al Elche dado la sanción de sus dos mediocentros titulares, apostó por este nuevo sistema y no le salió mal.
Con Checa, Pepelu y Navarrete en la medular, el equipo blanquiazul dispuso de importantes aproximaciones ofensivas, si bien ninguna clara a puerta, muchas de 'uy'. Y no tanto por dominio en el juego, si no por buenos robos en la salida del balón franjiverde. Sin embargo, el Hércules no pudo castigar con gol los errores del Elche, que los tuvo. Algo vital para vencer.
En la segunda parte Claudio mantuvo el esquema, si bien de salida el Elche dio un paso al frente. Desde más atrás, el Hércules se mantuvo firme e intenso, pero apenas llegaba a la meta de José Juan. Aún así llegó la más clara mediante disparo de Chechu que rozó el palo. Sin embargo el Elche dio muchas más señales de vida.
Salinas entró por la lesión, otra más en el equipo, de Gaspar, y Carlos Fernández sustituyó a Óscar Díaz en punta. Pero el ajedrez herculano se mantuvo igual. Bueso y Santamaría se mostraron firmes y no sufrieron en exceso, haciendo olvidar la baja de Samuel. Chechu y Salinas jugaban más cerca de Falcón que de José Juan, y a los locales les faltaba el aire arriba.
Conforme avanzaban los minutos los pupilos de Claudio se encerraban más atrás para mantener la puerta a cero y esperar un gol en jugada aislada. Un poste de Collantes a tres minutos del final terminó de meter el miedo al equipo alicantino.
Al final, el Hércules aplicó la máxima de no perder en un suspiro lo que no has ganado en todo el encuentro. Pese al notable cansancio incluso el míster se dejó un cambio sin hacer. En definitiva, una parte para cada equipo y un reparto de puntos que no satisface a nadie, pero tampoco ahoga a ninguno.