VALÈNCIA. El nuevo entrenador del CD Castellón, Juan Carlos Garrido, ha incrementado la intensidad en el trabajo a sus jugadores en el primer día de la concentración que ha diseñado en el parador de El Saler de Valencia.
Las primeras diferencias, entre el destituido Óscar Cano y el nuevo técnico. ya las han podido comprobar los integrantes de la plantilla castellonense con entrenamientos “diferentes, otra manera de trabajar, otros métodos”, tal y como explicó el centrocampista Marc Mateu, aunque “igual de válidos que los que teníamos antes” y considera que deben “intentar cambiar el chip lo más rápido posible”.
Un trabajo en el que Garrido les obliga en cada sesión a mostrar “más intensidad, más presión, estar más encima... todo más intenso que antes”, según reconoció el futbolista valenciano.
El nuevo entrenador tiene todavía una semana por delante para preparar el próximo compromiso liguero en el estadio Castalia ante el Sporting de Gijón, en un duelo en el que los castellonenses buscan la permanencia y los asturianos la promoción de ascenso.
Marc Mateu, que la pasada temporada descendió a Segunda B con el CD Numancia comentó en declaraciones facilitadas por el club que "sé lo que es bajar con 50 puntos”, cuando el Castellón tiene actualmente 19 puntos. "Es una manera de afrontar la liga, no es la más bonita pero es la que más te nutre, más te curte y más te hace valorar lo que tienes día a día”.