TARRAGONA. Pintaban bastos y quien diga lo contrario miente. Pocos, muy pocos creían que el Hércules podía poner fin a una racha de ocho partidos sin ganar (siete en Liga y uno en Copa) en Tarragona. 

Entre los contados optimistas se encontraban el medio centenar de aficionados blanquiazules que se dieron cita en el Nou Estadi de Tarragona y que no solo aguantaron estoicamente el chaparrón protagonizado por el Nàstic en el arranque del partido, también firmado por la enésima DANA que sacude a España esta semana.

Huelga decir que celebraron por todo lo alto los goles de los suyos y que a la finalización del encuentro recibieron el reconocimiento de los jugadores que no dudaron en acudir a agradecerles su apoyo una vez más.