ALICANTE. Una buena noticia para el fútbol no profesional, pero que no lo es tanto para el Hércules.
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) anunciaban este lunes la creación de un fondo dotado con 640.000 euros, con el que se sufragará hasta final de año la compra centralizada de los test de Covid-19 a los que desde ahora será obligatorio que se sometan los jugadores de Segunda B antes de los partidos de Liga y Copa. A tal efecto, la RFEF acordaba también con la AFE la modificación de su 'protocolo reforzado', introduciendo esa nueva exigencia de que los futbolistas se sometan a las citadas pruebas entre 48 y 72 horas antes de los encuentros (como ocurre en el fútbol profesional).
El problema para el Hércules es que para disfrutar de esos test gratuitos será necesario acreditar antes el estar al corriente de pago (o con acuerdo de aplazamiento en vigor) con la Agencia Tributaria, entre otros organismos públicos, y como el club manifestaba la semana pasada, mantiene una deuda con el fisco que asciende a 2.899.478,36 euros (más intereses), deuda en situación irregular (sin acuerdo de aplazamiento) como los lectores de Alicante Plaza conocen también.
Así que o cancela su deuda o llega a un acuerdo de aplazamiento con Hacienda (lo que exigiría un desembolso inmediato de la mitad de lo que adeuda y aportar garantías personales) o no podrá disfrutar de los citados test, de tal forma que tendrá que sufragarlos de su bolsillo.
Prevención de riesgos laborales y razones de salud pública
El asunto tiene miga porque la RFEF habla en todo momento de prevención de riesgos laborales y razones de salud pública para imponer la citada obligación de someter a los jugadores antes de los partidos a test de Covid, pero al tiempo excluye a parte de ellos al exigir, por ejemplo, un certificado positivo de la Agencia Tributaria a sus respectivos clubes (siendo consciente de que hay unos cuantos que no pueden presentarlo, pues se encuentran en la misma situación que el Hércules).
1.300 euros en las 12 próximas semanas
No obstante la contrariedad de quedarse fuera de esta 'ayuda material', la suerte para el club del Rico Pérez es que se trata de test de antígenos (y no, por ejemplo, PCR), cuyo precio según la propia RFEF (lo que le cuestan a ella) es a día de hoy de 4,45 euros la unidad, de tal forma que el coste de cumplir con esta obligación (de cada tanda de pruebas (25 test) antes de los partidos para los clubes 'excluidos' ascendería a algo más de 110.
De acuerdo con lo comunicado este martes desde Las Rozas, se inicia ahora una primera fase de 12 semanas de duración, en la que los equipos tendrán que someterse a una tanda de los citados test antes de cada partido (el Hércules tendría que desembolsar algo más de 1.300 euros en esta primera fase). Tras la misma, la intención de la RFEF es que los jugadores se sometan a un test de antígenos cada 15 días, siempre con permiso de la evolución de la pandemia.