Hoy es 7 de octubre
VALÈNCIA. El Valencia ha dado a conocer en los últimos días de Koba Lein, Jesús Vázquez y Cristian Rivero. El club ha anunciado a bombo y platillo estas renovaciones como promoción de una potente política deportiva que cuida su equipo de fútbol. La realidad dice que todo esto es, cuanto menos, cuestionable.
El club (con alguna excepción que ahora desarrollaremos) no ha renovado a casi ninguno de los futbolistas importantes que han ido acabado contrato en el último año y medio. Tras la defenestración de Mateu Alemany, Anil Murthy asumió las competencias de la gestión deportiva de la plantilla y renovó en noviembre de 2019 a Jaume Domenech hasta el 2023. Un mes más tarde hacía lo propio (también hasta 2023) también con Carlos Soler. Pese a que la propaganda institucional corrió a vender ambas operaciones como un éxito del presidente, la realidad es que en la renovación de Carlos Soler la parte más beneficiada fue la del futbolista. Se le puso uno de los sueldos más altos de la plantilla y sólo se prolongó su contrato durante dos temporadas, con lo cual el jugador podría quedar libre con 25 años.
No tardó en llegar el primer revés. El club había comenzado la renovación de Ezequiel Garay y hasta incluso Albert Celades se mojó públicamente en favor de dicha prolongación contractual: "Están en conversaciones para su renovación y esa es la situación actual. No sé si me sorprende. La situación es la que es. Ojalá todo se solucionase antes de llegar a esta situación, pero ahora ojalá se solucione rápido y bien y que todo el mundo acabe contento". El club llegó a filtrar incluso durante la disputa de la Supercopa en Arabia Saudí, que había un acuerdo para renovarle. Días más tarde, el futbolista sufrió una grave lesión y la versión del argentino fue que el Valencia le cambió las condiciones y la del club, que el jugador quiso esperar para sacar más dinero. El caso es que el acuerdo que se dijo que existía, no llegó a producirse nunca.
Durante el confinamiento el club también hizo circular la información de que los planes del club eran renovar a la columna vertebral: Coquelin, Wass, Gabriel y Gayà. A día de hoy la realidad es que Coquelin salió hacia Villarreal por unos 7 millones de euros y Wass ha mostrado su voluntad de volver a Dinamarca. Al danés le queda un sólo año de contrato y no hay converesaciones para renovarle, y en el mismo caso se encuentra José Luís Gayá, quien finaliza su relación en el Valencia CF en 2023 (última revisión de contrato cerrada por Mateu Alemany en mayo de 2018) y por el momento el jugador prefiere esperar antes de sentarse a hablar con el club. Sólo Gabriel Paulista prolongó en enero del año pasado hasta 2024 al estar perfectamente integrado en la ciudad y estar cerca de la gente de Villarreal con la que aún tiene relación.
La apuesta por la supuesta Meriton Young Policy sí se alimenta por parte de la propaganda del club con la renovación de los futbolistas más jóvenes. En agosto de 2020 el club renovó a Hugo Guillamón hasta 2023. Cabe destacar la predisposición del canterano que en aquel momento ya era libre de firmar por cualquier equipo pero prefirió esperar a su club de toda la vida ya que el Valencia CF había dejado correr el tiempo de su renovación en exceso. El 27 de septiembre se anunciaba desde Mestalla la renovación de Uros Racic hasta 2024. La de Yunus Musah se hizo pública el 4 de diciembre y el norteamericano (renovado de manera celérica por cuestión de que su pasaporte inglés -doble nacionalidad- podía quedar afectado por el Brexit) pasaba a ser jugador blanquinegro hasta el 2026. En este tramo último el Valencia CF anunción con gran difusión las renovaciones de Koba Lein (hasta 2025), Jesús Vázquez (2025) y Cristian Rivero (2026).
Pese a la propaganda anteriormente referida de la apuesta por la cantera el club también ha sufrido reveses importantes en este sentido. La temporada pasada fue incapaz de cerrar en sus últimos intentos la renovación de Ferran Torres quien acabó traspasado por 23 millones de euros (más variables) en el Manchester City. Este año ya ha visto como el juvenil Fabio Blanco firmaba por el Eintracht de Frankfurt. Y por si todo esto fuera poco, el futbolista al que la propiedad consideraba bandera de su proyecto y por el que se debía hacer una apuesta absoluta, Kang In Lee, acaba contrato la temporada próxima y se niega a renovar con el club de Mestalla. Su salida este verano para intentar sacar algo de dinero parece cantada.