Al menos, escucharles

VALÈNCIA. Comenzaré por reconocer (unpopular opinion) que soy de los que siempre ha pensado que el Valencia CF más pronto o más tarde deberá abandonar Mestalla como signo inexorable del paso de los tiempos. 

Del mismo también tengo muy claro que ese no es un cambio que se pueda hacer a la ligera. Mestalla tiene el suficiente valor y peso en la historia de un club centenario, que de producirse el cambio debe ser para ir a un estadio mucho mejor que el actual. Si el cambio va a ser por un "Tholos" con la cubierta de "soluciones ligeras de cables tensados", mejor no moverse de donde estás. 

Tengo claro y meridiano que, por encima de la querencia a la actual casa del valencianismo, una gran parte del rechazo popular al Nou Mestalla es porque se desconfía del estadio que Meriton pueda construir. Estoy seguro de que con otra propiedad y un buen proyecto expuesto sin oscurantismos ni dobleces, habría una menor resistencia al cambio de domicilio. Todos los proyectos que presenta Meriton atufan a chapuza desde Singapur.

Es más, reconozco que hasta el jueves servidor era de de los que pensaba que la sentencia de derribo sobre una de las gradas, era un hecho que invitaba a pensar en que un día se produciría la mudanza.

Sin embargo, los documentos hechos públicos por LibertadVCF en los que los abogados del mismo Ayuntamiento anulaban dicha sentencia al considerar que no hay motivos jurídicos para derribar la grada señalada en su día, creo que merecen una reflexión.

Que sean los propios letrados del consistorio los que consideran subsanados los problemas que obligaban al derribo con la modificación realizada en el año 2011 y por tanto cumplida la sentencia, y que además se consideren pasado el tiempo de ejecución de la misma (5 años) y por tanto entiendan que la misma ha prescrito, no me parece un hecho baladí.

Que bastantes peñas (fundamentalmente las que votaron no arrastrarse ante Meriton por cuatro limosnas) apoyen la petición de LibertadVCF de pedir un estudio para valorar si es posible quedarse en el actual Mestalla merece, como poco, un respeto.

Creo que por encima de todo, al menos merecen ser atendidos y escuchados, y con todos los datos sobre la mesa será el momento de aceptar o descartar. El argumento del dinero ya invertido en la construcción del nuevo Mestalla (170 millones de euros) no acumula más peso que el argumento de todo lo invertido en el Mestalla actual desde su construcción.

Y una vez escuchados los argumentos, será el momento de mojarse y de que cada quién cargue con la responsabilidad de las decisiones tomadas . Cuantos más datos haya sobre la mesa, más fácil será llegar a una solución óptima. Pero vistos los informes firmados por los abogados del Ayuntamiento, la gente que pide un estudio para la viabilidad del actual estadio merece, al menos, ser escuchada.

PD: ¿Quién es Iván Codina? ¿Qué papel podría jugar en un hipotético futuro? Anótense el nombre.