VALÈNCIA. El director general del Valencia, Mateu Alemany, apostó este martes por encontrar una "solución amistosa" en el conflicto que mantienen con el ayuntamiento de Riba-roja y la Generalitat Valenciana por el plan Porxinos, aunque precisó que será tras las elecciones.
El Valencia, que compró unos terrenos en Riba-roja para instalar allí su ciudad deportiva aunque nunca se llevó a cabo este proyecto, reclama al ayuntamiento de la localidad valenciana unos 25 millones de euros y mantiene abierto un litigio con el propio consistorio y la Generalitat Valenciana.
"Habrá que sentarse con Ayuntamiento y Generalitat, es indiscutible. Les interesa mantener ese diálogo abierto. Hay una problemática para nosotros y para ellos y entre todos lo debemos resolver y que sea positivo para todos: acreedores, instituciones públicas y los terrenos", indicó Alemany este martes en una rueda de prensa.
"El Valencia no tiene intención de ejecutar las sentencias ni que los terrenos acaben en fondos y bancos. Acreedores, bancos y fondo e instituciones debemos buscar una solución amistosa y que sea bueno para la gente que vive en el municipio", insistió el director general del Valencia.
Alemany explicó que los acreedores "tienen opción de recompra a partir de junio o julio", pero recordó que deben esperar a las elecciones autonómicas del próximo 28 de abril y las locales del 26 de mayo.
"Ha habido contacto y estamos a la espera del nuevo escenario político y las personas que encabezan las instituciones", concluyó.