VALÈNCIA. El entrenador italiano Alessio Lisci presenta ya una media superior a un punto por jornada desde que cogió las riendas del Levante en diciembre de 2021 y firma números de permanencia, aunque su reacción podría no ser suficiente para alcanzar la permanencia si el equipo no suma los nueve puntos que quedan hasta el final.
Con Alessio en el banquillo, el Levante ha logrado veintidós puntos en los veinte partidos que lleva y con él ha conseguido las seis victorias del curso.
El Levante, de hecho, acumula veintiún puntos en la segunda vuelta, que es una media que le daría de sobra para seguir en Primera División, y en las últimas diez jornadas del campeonato ha logrado la séptima mejor puntuación de la Liga.
Sin embargo, el lastre del inicio de campaña es muy pesado para el Levante, que ahora está a cinco puntos de la permanencia cuando sólo quedan tres encuentros para el final y, además, tiene perdida la diferencia de goles con el Cádiz y Granada.
Al principio de la temporada, con Paco López en el banquillo, el Levante sólo logró cuatro puntos en las primeras ocho jornadas y con Javier Pereira, únicamente tres en los siete partidos en los que estuvo en València el entrenador pacense.
Pese a la reacción de Alessio, el Levante está en una situación límite y una victoria del Granada este martes ante el Athletic Club unida a una derrota el jueves en el Santiago Bernabéu condenaría matemáticamente al equipo valenciano a Segunda División.