ALICANTE. Las obras de la estación central del tranvía en Alicante, junto a la actual terminal de ferrocarril, conllevarán una reordenación de la circulación en todo su entorno: desde la avenida de Salamanca hasta la avenida de Aguilera, que se extenderá hasta el barrio de Benalúa. Esa es la previsión con la que ya está trabajando la Concejalía de Movilidad para adaptar flujos de tráfico en ese ámbito que, en la medida de lo posible, permitan evitar la formación de atascos o cuellos de botella en una zona en la que también confluye ahora los trabajos de construcción del nuevo complejo de la Ciudad de la Justicia.

Esa redistribución del tránsito resulta necesaria, sobre todo, en la medida en que se deben habilitar nuevos accesos para el aparcamiento de vehículos propiedad del ente Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), que deberá retranquearse hacia el barrio de Alipark para que pueda iniciarse la construcción de la nueva terminal subterránea de la red Tram junto a la estación de tren.

En principio, el traslado de ese estacionamiento de vehículos, gestionado por Saba en régimen de concesión, debería desarrollarse a partir del próximo mes de junio para despejar la superficie en la que se excavará la nueva estación subterránea. Está previsto que esa fase de obras comience a ejecutarse en el último trimestre de este año, aunque todavía no se ha concretado ni el cronograma ni el plan de obra concreto, toda vez que dependerá de la propuesta que elabore la empresa que resulte adjudicataria de su construcción y del gabinete de arquitectura al que se le encomiende el contrato de dirección de obra.

Las dos licitaciones están ahora en su última fase de resolución, después de que se haya constatado la firma del convenio entre la Generalitat y Adif por el que se produce la cesión de los terrenos en los que se ubicará la nueva terminal. De hecho, se prevé que la adjudicación de ambos contratos pueda precipitarse en cuestión de semanas.