ELCHE. Monumental cabreo en la obra de Olegario Domarco Seller en Carrús. Los vecinos están hartos después de al menos nueve meses de actuaciones, desde que Aigües d'Elx iniciara en febrero-marzo primero la renovación del suministro de agua, y después la adjudicataria empezara con la propia peatonalización, dejando la calle levantada todo este tiempo y sin plazos claros para su finalización. Un acumulado de factores que ha hecho que hayan reunido centenares de firmas contra la iniciativa, quejándose por la eliminación de alrededor de 120 plazas de aparcamiento en una zona donde este no sobra (serán 200, según el PP), y que ha supuesto también la eliminación de vados o en el peor de los casos, que un taller mecánico haya tenido que bajar la persiana.
Este miércoles el portavoz del Partido Popular Pablo Ruz incidía en el "cómo" de esta peatonalización, de la que asevera que el equipo de gobierno ha mostrado falta de sensibilidad. "Primero por las obras porque la presión mediática es más fuerte y se han puesto las pilas",, y después por "la afección a los vecinos y a un taller que ha tenido que cerrar". Explica el concejal que el diseño de la nueva calle no permite acceder al vado de otro taller que sigue en marcha, cargando contra el diseño de la misma, "una obra innecesaria en este entorno de Carrús Este, así no se pueden hacer las cosas con este estilo de ordeno y mando, eliminando 200 aparcamientos desde un despacho y no pisar la calle. Es un error", declara.
Vecinos contrarios a peatonalizar Olegario Domarco por el retraso, la forma y el estacionamento
Por su parte, vecinos y propietarios de la zona adhieren que explicaron al alcalde en la reunión que mantuvieron hace unas semanas que "la calle no cumple los requisitos para la semipeatonalización", señala Jesús Serrano, dueño de uno de los talleres de la calle. Apunta a que "no tiene tiendas, no hay comercio, quedamos cuatro, y si ya cuesta aparcar en este barrio, porque los edificios son antiguos y no tienen cochera, entonces nos quitas el aparcamiento de toda la calle, nos vamos a volver locos para estacionar". Y se muestra escéptico con que la actuación atraiga a comercios, que es precisamente lo que busca el bipartito, "dinamizar" y lograr una suerte de 'efecto Corredora' además de la pacificación del tráfico. El informe de justificación de la obra apuntaba a que en esta zona de ensanche las calles son estrechas y las manzanas pequeñas "poco eficientes", por lo que dada la densidad del barrio se vio suficiente como para generar 'espacios dinámicos y vivos', de cara a revalorizar la zona.