ALICANTE. Creo que fue Schopenhauer el que habló de la admiración de la belleza y sobre la tranquilidad que podemos llegar a sentir cuando vemos algo bello. Es increíble, pero sucede. Cuando vemos muchas cosas bonitas juntas nuestra cabeza no puede llegar a asimilarlas y nos sentimos agotados, tranquilos, en paz. No hay momento para pensar en lo que tienes que hacer después o en lo que te duele.
Siempre digo que yo solo creo en dos cosas. Bueno, no que crea, solo que son dos cosas que nos deben importar de verdad. La bondad y la belleza. Cuando Juan Vidal presenta colección siento ambas. Es inevitable. Siento una profunda pasión por todo lo que hace. La perfección en la técnica, el sensible estudio de la fortaleza femenina y la exploración de la seducción son las constantes del trabajo de Juan Vidal.
Miércoles. Calle Infantas, detrás de la Gran Vía de Madrid. El diseñador se unió a Madrid es Moda con su primera colección nupcial en una exposición efímera dentro de su estudio, que se ha convertido en un lugar de peregrinación para todos aquellos que admiramos la sencillez y a la vez la ostentación. Para quienes no se resisten a llevar cancán y, en otros casos, mangas abullonadas extra grandes que se cortan en mitad del brazo, antes de llegar al hombro y hacer una manga convencional. Porque en Juan Vidal convencional no hay nada.