VALÈNCIA. Errores individuales impropios de un equipo de Primera división en los primeros 20 minutos de partido, otro mal inicio de encuentro como ocurrió en Granada y Pamplona encajando gol en los primeros minutos hicieron imposible cualquier atisbo de puntuar en un partido que se decidió muy pronto a favor del Sevilla. Los locales aprovecharon con efectividad los regalos que le concedió el Valencia CF, demasiados golpes recibidos en muy poco tiempo.
Intentó el Valencia CF meterse en el partido con un gol antes del descanso y lo consiguió por medio de Hugo Duro que aprovechó una segunda jugada en una acción a balón parado botada por Guedes para acortar diferencias con la inestimable ayuda de Diego Carlos que toco el balón y despistó a Bono, 3-1 minuto 30 y mucho partido por delante para revertir una situación muy adversa.
No salió bien el presing en bloque alto que propuso Bordalás, salió bien el Sevilla de su zona de inicio con buenas circulaciones de balón y desesperando a los valencianistas que no conseguían robar balones y esa situación mentalmente iba minando a los jugadores que llegaron al descanso con sensaciones negativas, sobre todo porque éramos incapaces de robar balones y ofensivamente no generábamos situaciones de peligro, no tuvimos profundidad por fuera y a Guedes y Hugo Duro los paraban con continuas faltas en zona de creación haciendo difícil dar continuidad al juego del equipo.
Lo intentó Bordalás con dos cambios en el descanso dando entrada a Yunus en lugar de Jason y Diakhaby en lugar de un desesperado Alderete que se fue amonestado y superado en velocidad por Rafa Mir en el tercer gol sevillista. Mejoró el Valencia CF en el segundo acto y Foulquier pudo recortar aún más el marcador con una buena conducción. Pared con Yunus y su disparo lo repelió Bono enviando el balón a córner, pero fue un espejismo ya que nunca fuimos capaces de meterle el miedo en el cuerpo al Sevilla, que defendía con comodidad las acometidas del Valencia CF con más corazón que fútbol y que pudo ampliar su ventaja con un remate de cabeza del delantero marroquí y una ocasión clarísima que Rekik con todo a favor para marcar envió el balón por encima del larguero. Oxigenó el equipo Bordalas dando entrada a André por Guedes y Koba por Wass pero la losa era demasiado grande. El Valencia no inquietó la portería sevillista en los minutos restantes. Manu Vallejo entró en el 79 por un cansado Hugo Duro que junto con Guillamon y Foulquier fue de lo poco que se salvó anoche en Sevilla, era un día para rotar y el míster solo ofreció un cambio en el once con respecto al partido contra el Real Madrid.
Llevábamos cinco partidos con el mismo eje central, Paulista y Alderete de centrales, Hugo y Wass en la medular y Guedes y Maxi arriba, bajo mi punto de vista hoy era el día para haber introducido tres o cuatro cambios como han hecho los demás equipos que jugaron en el día de ayer. Bordalás no lo consideró oportuno. Maxi Gómez realizó un partido muy por debajo de lo que espera la afición valencianista, lento en las transiciones, cayendo demasiado a banda y tomando malas decisiones con balón y lo aguantó los 90 minutos.
Un entrenador no puede ser responsable de los errores tan groseros a nivel individual que cometieron sus jugadores regalándole tres goles a un rival tan potente como el Sevilla. Esas situaciones son muy difíciles de trabajar, pero creo honestamente que no estuvo acertado en el once inicial jugando tres partidos en seis días y solo realizando un cambio cuando los demás han realizado una media de 4, no cuento a Lato y Yunus que jugaron más de 70 minutos contra el Madrid, ya sé que son tres en realidad, mensaje a Racic sacando a Koba adelantándole en la rotación en la medular y a Hélder Costa metiendo a Marcos André en banda izquierda durante algunos minutos.
Partido desastroso de Mamardashvili que abre la puerta de la titularidad a Cillessen de cara al partido del próximo sábado ante el Athletic, segunda derrota consecutiva del Valencia CF, cinco goles encajados en dos partidos y mucho que mejorar defensiva y ofensivamente de cara al sábado. El lado positivo está en que es la sexta jornada consecutiva que ve puerta y un Guillamon que está sorprendiendo con su rendimiento en la medular.
La conclusión final y la reflexión que debe de hacer el equipo es que en Primera división no se puede regalar porque lo pagas en forma de puntos y en pérdida de confianza grupal.