VALÈNCIA. El tsunami de verdad que ha caído sobre el valencianismo esta semana de la mano de Superdeporte ha servido para abrir algunos ojos, despertar algunas conciencias y confirmar varias certezas.
De todos los disparates que hemos podido escuchar esta semana hay algunos que pesan más que otros: que Anil Murthy diga que Mateo Alemany es un buen gestor y que quiere llevarse bien con él porque tiene que hacer negocios o que haga algún chascarrillo acerca de cómo alude, en privado, Sandra Gómez al máximo accionista del Valencia no tiene mucho valor. Que haga sus elucubraciones sobre quien está o deja de estar detrás de Miguel Zorío… tampoco.
Que diga que tiene a Compromis a favor en el asunto del estadio no supone novedad ninguna puesto que Compromis, y en especial, algunos fontaneros de la formación política, ha sido el colaborador necesario para estirar el chicle del estadio cuando, en realidad, no había chicle que estirar puesto que nunca hubo intención ninguna de acabar el estadio y sí de dilatar el asunto engañando a los políticos -como ha engañado a toda la afición valencianista- con la finalidad de acabar en los tribunales y utilizar a sus portavoces para echar a las instituciones públicas la culpa de que no haya un nuevo estadio para el valencianismo. Algunos hemos venido denunciándolo durante mucho tiempo y hemos sido tildados de ‘todomalistas’ por parte de su ejército de Trolls.
Pero hay otras cuestiones que sí tienen un peso específico importante sobre las que, humildemente pienso, debería tomar nota todo el valencianismo. Me parece bochornoso que se presente, cada dos por tres, en el campo de entrenamiento para pasar la mano por el hombro del entrenador y, por la espalda, le envíe a sus ‘bots’ a machacarlo. Me parece muy grave que el Presidente del Valencia, mientras se llena boca con la intención de renovar a dos jugadores del calado de Carlos Soler o José Luis Gayá, a uno lo amenace con ‘echarle’ encima a la prensa y a otro intente convencerlo para no renovar. Es una muestra más del absoluto desprecio que tiene al valencianista y la constatación de una manera de proceder truculenta y mafiosa. ¿Todavía hay alguien que cree que, si Murthy está dispuesto en invertir cien mil euros en echar una montaña de basura sobre Carlos Soler, no lo ha hecho antes? ¿No les parece extraordinariamente grave? Cuando escuché al Presidente del Valencia
CF decir “mato a Soler con la prensa gastándome cien mil euros…” me acordé del CEU San Pablo y del acuerdo de colaboración que firmó con Murthy. ¿Han desecho el acuerdo o quieren seguir compartiendo foto con alguien que, entre buenas viandas y mejores caldos, desvela cómo se compra a determinados periodistas?.
Que cuente que un comunicador ‘favorable’ ha podido disponer de 20 entradas para la final de La Cartuja ni me parece, ni me deja de parecer grave aunque sí me retrotrae al escandaloso reparto de localidades que dejó a ocho mil valencianistas de a pie sin la posibilidad de animar a su equipo en Sevilla pero cuando dice que: “está con lo de Libertad VCF”… me parece más inquietante. Que diga que no estuvo en la reunión con la Federación en la que se abordaba el reparto de localidades para la final porque “tiene trabajo” no pasaría de ser un mal chiste habida cuenta de su nula disposición al trabajo y, además no es sino una más de sus sucias mentiras, pero deja de ser un chiste al recordar cómo predominaba el color verde el La Cartuja y al saber que el presidente del Valencia antepuso un cumpleaños a la defensa de los intereses del valencianista.
En cualquier caso, la frase más aplastante de todo lo escuchado es aquella en la que dice: “voy a cortar el equipo”. Porque esa es la aseveración que desnuda sus intenciones y las de su amo para con el Valencia CF. ¿Cortarlo más todavía? ¿Hasta qué punto? ¿Hasta convertir al Valencia CF en un equipo que celebre la permanencia cada final de temporada?
Al final va a tener razón. Peter Lim debe haber caído en un estado de senilidad que le llevará a perder una parte importante de la inversión que hizo en el Valencia, que le lleva a -por despecho- intentar llevarse por delante una institución de más de cien años y que le lleva a mantener al frente del Club a un personaje patético. Son muchos los que piensan que Murthy es un tipo adornado por la suerte: Presidente de un gran Club de fútbol, sueldazo, buena vida…. A mi, sinceramente, me parece un pobre desgraciado. Ostentando un cargo que debería investirlo de una especial dignidad, lo ha convertido en un cubo de basura que desprende un hedor nauseabundo. Hay que tirarlos.