Aquí no hay quien viva

VALÈNCIA. ¡¡¡Aquí aquí aquí no hay quien viva… aquí no, aquí no….!!!

Va, confesad que la habéis cantado cuando habéis leído el titular del artículo de opinión. “Aquí no hay quien viva” –AQNHQV en adelante- era una serie buenísima y fue una lástima que cambiara de cadena. Porque se tiró un tiempo sin emitir y, además, algunos personajes se reinventaron costándole el doble arrancar. Pero era tan buena y alocada que la clonaron e hicieron una bastante buena, “La que se avecina”.

En Valencia somos muy de esa serie de AQNHQV. La trama iba de un serial de historias alocadas en un bloque de pisos situado en la calle Desengaño 21. Desde Presidentes que no estaban a la altura, pasando por vecinos e inquilinos que pedían que se marchara, para acabar con parejas que rompían porque no se entendían y eran totalmente diferentes.

Pues el Valencia CF es un poco eso, un aquí no hay quien viva. No podemos estar tranquilos ni una semana. Ni ganando, ni perdiendo, ni empatando… ni siquiera cuando no hay Liga. Siempre hay algún incendio por apagar o alguna causa pendiente por resolver. Y si no la hay, nos la inventamos entre todos. El 21 también nos ha llevado a desengaño, y no solo por la calle de la trama de la serie, sino por la cantidad de mentiras, medias verdades o incoherencias que hay.

Empezando por el equipo, que es capaz de lo peor y de lo mejor. Unos cambios drásticos de imagen que no nos hacen sino pensar que nos toman por tontos o es que no les ha dado la gana a algunos –o muchos- hacer las cosas bien. Siendo una temporada mala, con un equipo desmejorado tras las salidas y con un entrenador sin ganas, estamos a tres puntos del octavo, que es el Granada, al que le hemos ganado este finde –también mermado físicamente tras la Europa League- pero que está viviendo una temporada histórica también en Liga. ¡Un poquito de por favor! Que esto no es normal.

¿No teníamos equipo para pelear más? ¿Qué demonios ha estado haciendo el entrenador con el grupo la primera parte de la temporada? ¿Por qué se han escapado puntos de Mestalla como los de Cádiz o Huesca? ¡Vamos, no me jodas!

Como raro de explicar –o no- es cómo ha acabado el piso de la Plataforma de De Torino a Mestalla, que sinceramente no sé si a estas horas de la mañana sigue operativa. Lo digo porque ha durado menos que Pilar Rubio presentando Operación Triunfo. Deslealtades, malas formas, poca unión y mucha traición son el caldo de cultivo de una plataforma donde sí, había buenas intenciones por parte de algunos grupos y personas, pero poco entendimiento en general ante una situación difícil y crucial. Yo era optimista al principio porque soy de los que piensan en hablar, entenderse y dialogar, pero me equivocaba en este caso. Ni cediendo la mayoría de grupos han podido llegar a un entendimiento. El ego de unos, la dejadez de otros, la poca inteligencia o el hastío de no avanzar han sido algunos detonantes para que se marchen muchos colectivos que la integraban como invitados o como parte importante. Oportunidad histórica perdida. Fracaso absoluto.

Como oportunidad histórica se va a perder con el tema de los empresarios valencianos. Los famosos empresarios valencianos que aparecen y desaparecen, que lo tienen pero no, que están pero no están. Él último en salir, el grupo promovido por Eduard Navarro... Mirad, a mí sí me han dicho que se han reunido y que han preparado un dossier. Que han mirado, van a intentar, están tratando de conformar y demás… pero -ahora mismo- ni mucho menos está cerrado el proyecto ni encarrilado. Todo lo que sea decir eso es vivir en la calle Desengaño 21. Por no tener ahora mismo no tenían ni el dinero asegurado para acometer la operación. Ojalá fuera que sí, pero es que no. No sé si ha sido por culpa de que la prensa somos el radio patio de Aquí no hay quien viva, donde las tres abuelas lo cotilleaban todo y luego lo tergiversaban cada una a su antojo, o si es que en realidad es otro intento más de aparentar por parte de la sociedad valenciana lo que no se es. En cualquier caso, ni lo sé ni me importa. La cuestión es que volvemos al punto de partida de la famosa antigua venta. Los valencianos no supimos rescatar al Valencia CF y nos seguimos lamentando de lo mal que lo hicimos. No tengo ni idea de negocios pero ¿tan difícil es encontrar gente seria que haga una oferta coherente?  ¿Tan difícil es trabajar en silencio, negociar y luego recoger los éxitos? Parece que en esta ciudad no, siempre queriendo aparentar ¡qué mala es la envidia!

Pero, al margen de esto, si hablamos de venta, la realidad es que Lim no quiere vender. Es difícil de digerir viendo todo lo que pasa pero el feedback que desprende es que, si vende, es como mucho, una participación y no todo el club entero.  Y da igual lo que hagamos nosotros, su colega el Príncipe de Johor o los de la Comunidad de Vecinos de Desengaño 21. Por mucho que a un vecino le digamos insistentemente que se vaya de su piso de manera incansable como le decían en AQNHQV “Váyase Señor Cuesta, váyase” a Juan Cuesta, presidente de “ésta, nuestra comunidad”, éste no se va a ir así porque sí.

Lo mismo ocurre con Lim. Todos coincidimos en que no cuida su casa, no la trata bien, no invierte en ella y la tiene parada; pero por mucho que le insistamos en que se vaya, no se va a ir por ciencia infusa. Hay que hacer cosas con seriedad, inteligencia y diálogo. Porque sí que podemos tratar de unirnos de verdad, dialogar más y discutir menos. Tanto aficionados, como grupos o periodistas. Y los empresarios, en lugar de querer contar lo que no tienen, intentar es hacerle una buena oferta, ir con toda la seriedad del mundo y hacerle ver que –desde el respeto- es una oportunidad magnífica para hacer negocio.

Y es que si Aquí no hay quien viva os ha parecido hardcore, preparaos para …

La que se avecina….