Así es André Almeida, una apuesta para la medular de Gattuso

VALÈNCIA. Ha sonado para equipos como el Oporto, actual campeón de la liga portuguesa, o el Wolverhampton Wanderers de la Premier League. Sin embargo, ha sido el Valencia el que se ha decidido definitivamente a apostar por una de las perlas del fútbol luso. André Almeida (Guimaraes, 2000) fue la pasada campaña el principal argumento futbolístico del Vitória Guimaraes, un conjunto que terminó sexto en la competición doméstica y que viene de disputar este verano la fase previa de la Conference League.

A sus 22 años, el centrocampista es todo un símbolo del club vimaranense. Fue uno de los jóvenes más precoces de su productiva cantera y ha sido internacional en todas las categorías de la selección portuguesa. Por todo ello y a pesar de su condición de ídolo local, era cuestión de tiempo que abandonara la disciplina del modesto Vitória para buscar cotas mayores como futbolista.

Juventud e inexperiencia pueden ser un aliciente pero también un obstáculo. Eso sí, el hecho de no estar consagrado en la élite le ha permitido al Valencia entrar a pujar económicamente por el traspaso de este prometedor mediocentro que responde mucho más al perfil de ocho que de seis. 

En el esquema de tres centrocampistas de Gennaro Gattuso, Almeida puede tener cabida a priori como interior en ese característico 4-3-3. En un momento dado, y en un doble pivote, podría formar junto a un compañero de corte más defensivo, como puede ser Hugo Guillamón, e incluso actuar en la mediapunta. Su vocación es mucho más creativa que de repliegue; y es que el internacional sub-21 portugués tiene una enorme facilidad para asociarse en corto, recibir de espaldas, proteger el esférico pisándolo, girarse rápidamente, quebrar líneas de presión rivales y llegar con mucho peligro a tres cuartos de campo. 

Posiblemente y por perfil, el jugador más similar que ha vestido la camiseta del Valencia en los últimos años es su compatriota André Gomes (Everton): se trata de dos futbolistas con portes de mediocentro pero con una gran predilección por descolgarse y llegar al área contraria con peligro, así como asociarse en los pasillos laterales para crear desequilibrio. Sin embargo, Almeida todavía debe demostrar que está hecho para jugar en una gran liga y en un entorno de máxima exigencia, algo a lo que no está en absoluto acostumbrado por origen y juventud. 

Con una talla de 176 centímetros, sensiblemente inferior a la de André Gomes, el de Guimaraes ha sorprendido en Portugal por su talento para el regate en espacios cortos, la búsqueda de soluciones en situaciones de presión y una potente arrancada para batir líneas rivales y ser vertical.

A la vista de la maquinaria que trata de engranar Gattuso en este nuevo Valencia, Almeida puede ser una pieza muy útil para sacar la pelota jugada desde atrás y amenazar zonas de tres cuartos de campo de manera limpia y efectiva. Eso sí, todavía resulta una incógnita el tiempo que necesitará el joven portugués para adaptarse a la exigencia y el ritmo de la liga española, un proceso difícil y tedioso (recordemos ejemplos como el de Thierry Correia) que requiere tiempo y paciencia.