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Aurelio, devuelve la insignia

5/12/2021 - 

VALÈNCIA. “Entonces Pilato, viendo que nada adelantaba, sino que más bien se promovía tumulto, tomó agua y se lavó las manos delante de la gente diciendo: Inocente soy de la sangre de este justo. Vosotros veréis”. (Mateo 27:24)

Aurelio Martínez ha reaparecido en la escena del Valencia. Lo ha hecho en contestación al juzgado debido a la demanda presentada por el empresario Pepe Barberá, quien entiende que los accionistas del club sufren en carne viva los daños de aquella vergonzosa venta de la entidad a Peter Lim.  Aurelio se ha lavado las manos. Como hizo Pilato. Sin embargo, no contento con ello, el expresidente de la Fundación del Valencia ha querido ir todavía más lejos. Su atrevimiento, por llamarlo de alguna manera, no conoce límites. El socialista Aurelio ha culpado a los patronos de la Fundación de ser los verdaderos responsables de aquella bochornosa transacción. Así, sin anestesia.

Es cierto que el actual Presidente de la Autoridad Portuaria de València no firmó los documentos de la venta del club a Lim. Para eso ya estaban José Luis Zaragosí y Salvador Belda, dos personajes que no tuvieron reparos en dejar su impronta para poder continuar en el ajo a cualquier precio. Pero más cierto es todavía que Aurelio Martínez y Amadeo Salvo fueron los “padrinos” que bautizaron la llegada de Lim a Mestalla. Aurelio y Amadeo eran los presidentes de la Fundación y del Valencia. Por este motivo, y como bien refleja la demanda de Barberá, eran los máximos responsables de aquel adulterado proceso. Aurelio y Amadeo, el orden de los factores no altera el producto, defendieron con ardor el traspaso de poderes a Meriton sin ninguna garantía en el contrato de venta. El resultado es, por desgracia, el que todos conocemos.

Aurelio, no puedes negar tu intervención en el proceso de venta. Ni eludir tu responsabilidad. Me parece lamentable que lo hagas. Sí, los patronos también deben quedar señalados. Pero tú no eras un patrono más. Tú eras, junto a Salvo, quien alzaba la bandera de Singapur allí por donde ibas. Cada aparición pública tuya decantaba la balanza en favor de Lim hasta la victoria final. Brindis incluido. Repasa la hemeroteca, querido. Está todo grabado. ¿No te sonroja?. Si de verdad no lo tenías claro, podías haber hecho lo que hicieron Antonio Paños, César Belda, Emilia Adán, Juan Mercé, Eva Turanzo o Isabel Farinós, primero, o Cristóbal Grau y Miguel Bailach, después. Tiempo tuviste de sobra. Si no querías ser cómplice de todo aquello, podías haber dimitido antes de aquel multitudinario acto en el estadio de Mestalla que te desacreditará para siempre ante la afición.

El 30 de noviembre de 2014, Amadeo Salvo hizo entrega en Mestalla de tres insignias de Oro y Brillantes del Valencia. Tales reconocimientos recayeron en Españeta, Pepe de los Santos y Aurelio Martínez. Los dos primeros, el utillero y el ATS del club, la recibieron por sus más de 40 años de dedicación sacrificada a la entidad. Aurelio la recibió tras llevar un año y medio escaso como Presidente de la Fundación. Los patronos, esos a los que tú culpas de la venta del club, no tuvieron ese reconocimiento. ¿Por qué motivo Salvo te situó a la altura de Españeta?. Sin duda, por tu desinteresada labor… Aurelio, aún estás a tiempo de redimirte ante el valencianismo. Todavía puedes hacer el último gran servicio al club: devuelve la insignia. Hay muchos otros que de verdad la merecen.

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