El Balneario de Panticosa, destino turístico situado en pleno corazón del Pirineo de Huesca, ha operado este verano bajo el amparo de los sellos "Safe Tourism Certified" y "Hostelería Segura", ambos garantía del cumplimiento de los más estrictos requisitos en las medidas de limpieza, salud e higiene frente al Covid-19.
Tras meses de preparación y adaptación a la situación, el Balneario de Panticosa reabrió sus instalaciones el pasado 10 de julio con muchos interrogantes y pocas respuestas. Pero ya desde los primeros días de julio, la incertidumbre y las dudas iniciales se convirtieron en un moderado optimismo vista la positiva respuesta de los clientes nacionales.
Más allá del acierto en la implementación de las medidas sanitarias, de certificaciones y sellos, y de la gestión comercial, el Balneario de Panticosa se ha visto favorecido por la tendencia del turista nacional que ha buscado refugio en los destinos de montaña.
Los amplios espacios naturales y el aire puro de los Pirineos han sido catalizadores de un peregrinaje continuado de turistas de proximidad y del resto de la geografía española. En este sentido Jesús María González, Director General del complejo, declaraba: "Es impresionante la cantidad de personas que han venido este verano al Balneario de Panticosa. Muchas familias de la provincia de Huesca y de Zaragoza han venido a pasar el día a la montaña, colapsando en muchas ocasiones las zonas de aparcamiento. También hemos recibido muchas más auto-caravanas de lo habitual, hasta el punto de que hemos tenido que adecuar una zona específica para ellas, y en nuestros hoteles hemos tenido plena ocupación casi todos los días. Eso sí, las múltiples opciones de paseos y excursiones que ofrece el entorno del Balneario han permitido distribuir a la gente para que no hubiera aglomeraciones. Los Ibones de Ordicuso y Bachimaña han sido los lugares más frecuentados, pero también Arnales, los Azules, Brazato, etc."
De esta manera, las 150 habitaciones que dispuso el Balneario de Panticosa han estado ocupadas casi todos los días, con una ocupación media el mes de agosto por encima del 90%. Cabe recordar que el complejo turístico decidió reducir su capacidad de 250 a 150 habitaciones en el caso de los hoteles, y en un 50% la del balneario Termas de Tiberio, para poder gestionar los espacios comunes en holgado cumplimiento de la normativa sanitaria vigente.
La tipología y procedencia de los huéspedes ha sido muy variada. Además de las familias, que son el cliente habitual del Balneario de Panticosa, han sido muchas las parejas y, sobre todo, personas mayores, las que han decidido pasar unos días en nuestros hoteles. Respecto a este último grupo, hay que apuntar que la cancelación temporal de los programas del IMSERSO ha fomentado la contratación directa por parte de este grupo de usuarios.
En cuanto a las procedencias, la comunidad de Aragón estaría en primera posición. Cataluña, Levante y Madrid serían las siguientes en la lista. El Balneario de Panticosa también ha recibido clientes de Francia y otros países de Europa, aunque de forma marginal si lo comparamos con los nacionales.
Por otro lado, algunos de los eventos previstos para esta temporada de verano, como el Festival de Música Clásica Tocando el Cielo o Le Piano du Lac, se han podido organizar con algunas restricciones pero ayudando a generar cierta normalidad y reforzar el posicionamiento del destino.
Vista la positiva respuesta por parte del turista de proximidad, las previsiones para este otoño y, muy especialmente, para la próxima temporada de invierno invitan al optimismo. Por este motivo, el Balneario de Panticosa ofrecerá sus servicios de forma ininterrumpida hasta el próximo 15 de noviembre y, después de una parada técnica de dos semanas, reabrirá sus puertas el 3 de diciembre para encarar la temporada de nieve y esquí.