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VALÈNCIA. Rubén Baraja ya sabe que no tendrá fichajes para medirse al Sevilla en el Sánchez Pizjuán este viernes, en lo que será la puesta de largo del equipo para la temporada 23/24, con la única cara nueva de Pepelu y con un equipo plagado de jugadores del filial.
El técnico vallisoletano apremió al club este pasado sábado a que se moviera en el mercado pero el bloqueo que sufre el Valencia económicamente hace que desde dentro sean incapaces de firmar a ningún jugador.
A la espera de jugadores como Canós o Amallah, y poder ir a negociar a Sevilla por Rafa Mir, el Valencia deberá debutar en LaLiga con un equipo que será muy parecido al que salió frente al Aston Villa en el Trofeu Taronja.
A 8 de agosto el Valencia CF se ha deshecho de Cavani, Jorge Sáenz, Yunus Musah y, a falta de oficialidad, Koba Koindredi, más los que regresaron a sus equipos tras cesión y solamente ha incorporado a Cenk y Pepelu, con lo que la falta de efectivos para Baraja es alarmante.
Con canteranos cogiendo responsabilidades que no debería tocarles, el 'Pipo' debe tratar de sacar el máximo a la espera de refuerzos, que en teoría, deben llegar antes del cierre de mercado, para no repetir episodios como los de Javi Gracia.
Con el escudo del FPF o del famoso 'OK' de Lim, el Valencia CF afrontará el inicio liguero con una plantilla muy corta y falta de experiencia, algo que deberá suplirse con ganas y trabajo pero mirando de reojo a Singapur, a ver si el máximo accionista decide arreglar un equipo que actualmente está lejos de la altura que se presupone.