Baraja contra la maldición de los exvalencianistas en el banquillo de Mestalla

VALÈNCIA. Difícil tarea la que se le ha encomendado a Rubén Baraja. En su debut en los banquillos de primera el Pipo llega al club de su vida para intentar salvarlo de la hecatombe que supondría el descenso a la segunda división.

Además de luchar contra las bajas, el calendario y la pésima confección de plantilla, Baraja tendrá que combatir un elemento intangible pero a la vez real: los ex jugadores del Valencia CF no suelen tener un exitoso paso por el banquillo de su club.

Hay que irse hasta finales de los 70 y principios de los 80 para encontrar al último que levantó un título. Pasieguito (quien formara una dupla de ensueño en el mediocampo con el mítico Tonico Puchades) se sentó en el banquillo en la temporada 78/79 en la que el equipo se alzó con el título de Copa del Rey. Tras el paso de Alfredo Di Stéfano por el banquillo en la 80/81, Pasieguito volvió en la 80/81 para levantar la primera Supercopa de Europa para el fútbol español con el Valencia CF.

En la citada campaña Pasiego acabó 4º con 42 puntos (lugar que entonces deba derecho a jugar la Copa de la UEFA), y comenzó en el banquillo en la temporada 81/82. Sin embargo fue destituido por Ramos Costa en la jornada 18 y dejó al equipo 7º con 20 puntos. Le suplió otro ex futbolista. Manolo Mestre (un clásico de la década de los 60) tomó el relevo con éxito y aupó al equipo hasta la 5ª posición al final del campeonato (también con derecho a UEFA) al sumar 39 puntos.

Mestre sólo duró hasta la novena jornada de la campaña 82/83. El comienzo de la liga post mundial España 82 fue terrorífico para los de Mestalla que comenzaron con la euforia de derrotar 2-1 en Mestalla al Barça el día del debut de Maradona, pero que sólo sumaron un punto más en los 8 encuentros siguientes. Tras 9 jornadas y sólo 4 puntos el equipo era vicecolista (17º en una liga de 18 equipos) con lo que fue sustituido por el técnico yugoslavo Mijan Miljanic. El equipoi ese año se salvó en la última jornada gracias a un gol de Tendillo frente al Real Madrid y la combinación de 4 resultados más.

Para la siguiente temporada, la 83/84, el club presidido ya entonces por Vicente Tormo (Ramos Costa dimitió la temporada anterior al no aprobar los presupuestos la junta de socios) decide sorprendentemente no renovar a Koldo Aguirre, el hombre que consiguió el milagro de salvar al equipo y apuesta por otro centrocampista de época en el club: el asturiano Paquito.

Su comienzo fue inmejorable con liderato en la séptima jornada y un Kempes que recuperaba su mejor versión. Incluso el equipo fue capaz de ganar 0-1 en el Bernabéu en la tercera jornada con gol del argentino. Pero a partir de la jornada 13 (victoria 2-0 ante el Sevilla en Mestalla), el equipo entra en barrena e incluso es eliminado de la Copa por el Castilla (filial del Real Madrid que militaba en 2ª división). Paquito es destituido en la jornada 22 dejando al equipo 14º con 19 puntos. Su sustituto, otro mítico ex capitán que también marcó época: Roberto Gil. El de Riba roja mejoró algo la posición final con duodécimo lugar al sumar 32 puntos. La tímida reacción del equipo le hizo renovar su contrato para la siguiente temporada.

Roberto Gil aguantó toda la temporada 84/85 y dejó al equipo noveno con 33 puntos, estando toda la temporada muy cerca de las posiciones que clasificaban para Europa. Pero la crisis económica del club hizo que el matrimonio Roberto Gil (entrenador)-Valencia CF se rompiera al final de la temporada con desagradables episodios como una huelga de la plantilla en el tramo final de la campaña por impagos del club.

La temporada 85/86 es de infausto recuerdo para el valencianismo por ser la del descenso de categoría. La comenzó en el banquillo otro ex futbolista campeón de liga en el 70 como jugador: Óscar Rubén Valdez. El hispano argentino no tuvo el éxito cosechado en el filial que le abrió las puertas del primer equipo y fue destituído tras caer 6-0 en atocha ante la Real Sociedad en la jornada 22 dejando 15º al equipo con 17 puntos. Le suplió Alfredo Di Stéfano quien no pudo evitar el descenso al final de la temporada aunque se resarció devolviendo al equipo a primera en la siguiente campaña.

Pasarán 8 temporadas hasta encontrar a otro ex futbolista en el banquillo del club de Mestalla. Su paso fue fugaz en medio de una temporada volcánica. La 93/94, la de Karlsruhe y las elecciones que ganara Paco Roig. Héctor Núñez, ex futbolista paraguayo del club entre 1959 y 1965 apodado "El Palomo" llegó como solución de la directiva entonces presidida por Melchor Hoyos para hacerse con las riendas de un equipo en caída libre tras la destitución de Guus Hiddink y la infructuosa apuesta por Paco Real. Nuñez llegó con Mario Kempes como segundo y cogió al equipo 9º con 17 puntos en la jornada 17. Se marchó en la 27 al ser despedido por Paco Roig la misma noche en la que ganó las elecciones. Tras 10 jornadas dejó al equipo 12º con 28 puntos.

Tuvo que pasar mucho tiempo para encontrar a otro ex futbolista del club sentado en el banquillo de Mestalla. Quique Sánchez Flores llegaba al Valencia CF en la temporada 2005/06 tras su exitoso debut en primera división la campaña anterior en el banquillo del Getafe. El club presidido por Juan Soler echó mano de él y su primera temporada no fue mala: 3º (posición Champions) con 69 puntos. La temporada siguiente tampoco le fue muy a la zaga, 4º con 71 puntos. Sin embargo esos eran los años post-doblete y las exigencias en el palco y en la grada eran quizá excesivamente altas. Para colmo de males su enfrentamiento con el secretario técnico Amedeo Carboni (cuya carrera como futbolista vivió su punto final de la mano de Quique un año antes), desgastó al madrileño hasta tal punto que el verano de 2007 estuvo a punto de ser destituido. Salvó el cargo contra todo pronóstico pero sólo duraría 9 jornadas de la temporada 2007/08. Tras caer derrotado en 3-0 Sevilla y en una esperpéntica noche de los cuchillos largos con reunión de madrugada del consejo de Administración tras volver del Pizjuán, Soler ponía punto y final a la andadura de Quique Sánchez Flores en el banquillo de Mestalla. Su frase en la despedida, toda una declaración de cómo fueron sus últimos meses como entrenador en el Valencia CF: "pierdo un cargo, pero gano una vida".

Tras los años de Unai Emery y en la campaña 2012/13 Manolo Llorente decide darle la alternativa en el banquillo de Mestalla a Mauricio Pellegrino. El debut de "El flaco" en un banquillo profesional llegó hasta la jornada 14. Donde el equipo (12º con 18 puntos) perdió en Mestalla 2-5 ante la Real Sociedad. Mestalla prorrumpió en gritos de "¡Llorente vete ya!" y el entonces presidente decidió destituir a al argentino quien soltó su famosa frase tras una agria discusión en los vestuarios al serle comunicada su destitución: "Manolo, sos un cagón".

Esa temporada Ernesto Valverde remontó el vuelo con el equipo y se metió 5º con 64 puntos (posición UEFA), pero su desconfianza con Amadeo Salvo le hizo renunciar a su renovación. La idea de Salvo para la 2013/14, ya antes de la renuncia de Valverde tenía nombre y apellidos de ex jugador valencanista: Miroslav Djukic.

El serbio venía de hacer una buena campaña con el Valladolid a quien había ascendido a primera y era uno de los técnicos de moda en el fútbol español. Pero su aterrizaje en Mestalla fue accidentado. Desde su ambiciosa frase inicial "vengo a despertar al gigante dormido", hasta sus conferencias de prensa señalando al vestuario, hubo una serie de desencuentros que torcieron el camino desde el inicio. Tras caer 3-0 en el Calderón en la décimo sexta jornada y con el equipo 9º al sumar 20 puntos, Amadeo Salvo destituye al serbio. Su sustituto, el último ex valencianista en sentarse en el banquillo hasta el próximo lunes: Juan Antonio Pizzi.

El hispano argentino, que militara en el Valencia fugazmente en la temporada 93/94 mejoró las sensaciones y dejó al equipo 8º con 49 puntos con el episodio de la dramática eliminación en Europa League ante el Sevilla en el último segundo de las semifinales con el gol de M'Bia. Se había ganado su continuidad en el banquillo, pero fue la primera víctima de Peter Lim.

Pese a su renovación, semanas más tarde un Amadeo Salvo entregado a Lim en el proceso de venta le comunicó que no iba a continuar dado que llegaba un entrenador de la mano de Jorge Mendes: Nuno Espírito Santo.

Rubén Baraja será el siguiente ex futbolista del club blanquinegro que se siente en el banquillo del conjunto valencianista. A la complicada situación deportiva se una esta maldición que ha visto triunfar a muy pocos ex futbolistas que antes pasaron por el césped cuando se han puesto el chándal para entrenar.