El Valencia mostró su peor imagen en el Ghelamco Arena. El equipo, que podía haberse clasificado, se complica su estancia en el grupo. Nuno queda muy tocado tras la derrota
VALENCIA. El Valencia mostró su peor cara en el partido contra el Gante, en el que el equipo se jugaba estar en los octavos de final de la Liga de Campeones y el cuadro belga fue superior durante todo el encuentro al cuadro de Nuno que apenas inquietó en todo el encuentro al meta local.
El equipo de Nuno, como ya sucedió en el Vicente Calderón o San Mamés, estuvo perdido sobre el terreno de juego, sin ideas y sin ninguna opción de sacar algo positivo en el partido. Únicamente la falta de acierto del Gante evitó una derrota más abultada de los locales que tuvieron varias ocasiones claras, sobre todo en la primera mitad.
El técnico luso introdujo varios cambios en el once inicial, pero, nuevamente, el equipo no funcionó. Barragán entró en lugar de Cancelo y su partido fue para olvidar, perdido en la banda derecha, llegando al extremo de en la primera mitad errar dos veces en un saque de banda y acabando por cometer el penalti por unas manos inocentes que permitieron al Gante llevarse el triunfo.
El Valencia saltó al terreno de juego a esperar a su rival, que salió con mucha más intensidad que los visitantes, y en los primeros minutos ya asedió la portería de Jaume, pese a que el cancerbero tampoco tuvo que hacer grandes intervenciones ya que el Gante dominaba y dominaba, pero no terminaba de rematar.
Hasta que llegó la más clara de la primera mitad en un remate de Depoitre de cabeza. El delantero belga, la estrella del Gante, finalmente estuvo en el once pese a arrastrar molestias en el tobillo izquierdo y fue un quebadrero de cabeza para Mustafi y Aderllan Santos. Un centro desde la banda izquierda local, acabó con un cabezazo espectacular desde casi la frontal del área que se estrelló en la escuadra de Jaume.
El Valencia no solo no inquietó al meta local, es que apenas superó el centro del campo en el primer acto que terminó en empate a cero, algo casi inexplicable viendo los méritos que hicieron un equipo y otro. Un Gante crecido y con ganas de ganar y un Valencia desaparecido y sin saber que hacer.
La segunda mitad empezó con un cambio en el Valencia, que dio entrada a Piatti por Santi Mina, pero en el minuto tres del segundo acto llegó la jugada que decantó el partido. Un centro acabó con unas manos inocentes de Barragán, que el colegiado señaló como penalti. Kums no perdonó desde los once metros y adelantó a los locales.
El Valencia, con el gol en contra, intentó dar un paso adelante pero no generó peligro y el dominio fue ficticio y generado más por el propio Gante que se encerró en su área que por el empuje valencianista. La entrada de André Gomes tampoco espoleó a los visitantes que hasta el final del partido únicamente dispuso de varios corners en los que tampoco se generó peligro.
El Valencia se marcha de Bélgica tras sufrir un duro golpe que deja muy tocado al equipo y sobre todo al técnico, que antes del partido ya estaba cuestionado y que no ha conseguido cambiar la imagen del equipo, si no todo lo contrario la ha empeorado mucho más. El luso queda en la cuerda floja y el próximo sábado tiene una nueva final en Vigo.