Hoy es 14 de octubre
VALÈNCIA. Ningún futbolista en el dique seco. Después de que Fabrício Santos volviese al grupo este miércoles, el Levante tiene la enfermería vacía, todo un hito para la entidad de Orriols que, desde que regresó a Segunda, no conocía tal situación. Si bien es cierto que el extremo brasileño reúne ínfimas opciones de participar en el encuentro de este domingo frente al Almería -incluso de entrar en convocatoria tras casi dos meses fuera de la disciplina de Julián Calero-, ahora mismo el cuerpo técnico no cuenta ningún jugador de primer equipo en el sanatorio. Todos sanos, a excepción de la puesta a punto de Fabrício.
La diferencia es clara si se echa la vista un año atrás. Entonces, con seis jornadas de Liga disputadas, Javi Calleja había cargado con cinco lesiones, incluída la de Pablo Martínez, que en ese momento ultimaba su vuelta tras la grave lesión de rodilla de la temporada anterior. Junto al madrileño, también habían caído Postigo, Róber Ibáñez e Iván Romero -este por una inoportunada patada en el tobillo durante su primera participación como levantinista-, y estaba a punto de sumarse la larga ausencia de Andrés García a esa lista por culpa de un edema óseo en el tarso del pie izquierdo que eternizó su regreso a la competición. En total, cuatro partes médicos.
Hoy, Calero solo ha contado con dos bajas por lesión en el primer mes de curso: la del el propio Fabrício y la de Iborra, que se ausentó durante toda la pretemporada y en los primeros compases de la campaña oficial. El capitán, eso sí, no fue inscrito en las dos primeras jornadas, por lo que, si el preparador de Parla no pudo contar con él, también fue a causa de las estrecheces económicas y de Fair Play de la entidad. De momento, en casi todas las convocatorias desde que el cierre definitivo del mercado de fichajes, con las inscripciones cerradas, Calero ha contado con 17 jugadores de la primera plantilla disponibles. Si no hay contratiempos, ante el Oviedo podrían ser 18. La totalidad, más las piezas con 'ficha B'.
Sería, de nuevo, un hito. Y es que desde la reestructuración de los servicios médicos del club, que terminó despidiendo a Miguel Ángel Buil al frente de la sección tras más de ocho temporadas en el cargo, el capítulo del sanatorio ha mejorado en Orriols. Con el equipo del doctor Joel Gambín ahora como responsables del estamento médico, con Guillem Gil, Alberto Espinola y Carlos Cabrelles en el equipo de fisioterapia, las bajas por lesión han frenado, de momento, una hemorragia preocupante.