VALÈNCIA. El entrenador Rubén Burgos valoraba el triunfo, destacando “los nervios, la sensación de responsabilidad en inicio de partido. La Copa es así. El primer día de cuartos los cabezas de serie llevan una mochila más pesada. En teoría, sabemos que es irreal, nadie es favorito, todo el mundo viene a ganar, aunque se ponga la piel de cordero".
"El primer día ningún cabeza de serie lo pasa bien en la Copa porque sobre el guion, aunque tienes que aislarte de los medios y del entorno, parece que estás obligado a ganar y es muy difícil. Ha sido muy difícil ganar a Zaragoza. Los primeros lanzamientos de exteriores eran buenos lanzamientos, pero nos pesaba la responsabilidad. Fallar esos tiros nos ha condicionado y por fases de juego, en buenas posiciones, dudáramos y quisiéramos rizar el rizo cuando íbamos a conseguir un lanzamiento peor del que teníamos previamente. Lo hemos corregido desde la defensa", ha explicado el técnico.
Además, Rubén Burgos ha incidido en el trabajo de las suyas, "creo que ha vuelto a jugar un papel importante la sobre excitación, las emociones. Los primeros 6 puntos de Zaragoza han sido de scouting trabajados, en los que las pulsaciones iban muy rápidas y no reconocíamos cosas que dominábamos. Luego hemos vuelto a nivel de concentración, más de bajar esa activación, y hemos defendido mejor. El ritmo de juego ha sido bueno. Hemos tenido más posesiones que Zaragoza desde la defensa, las recuperaciones, correr y desde el rebote en ataque. Sabíamos que podía ser una fortaleza nuestra en las interiores y hoy Bec se ha sumado ahí dando mucho oxigeno al equipo en rebote de ataque. Ese tener más posesiones y tener un poco más de acierto nos ha hecho ganar el partido de una forma holgada. Hemos podido colapsar su lanzamiento de tres. Hablamos de que eso era lo más peligroso de Zaragoza. Así lo fue en el Príncipe Felipe hace poco. Nuestro juego en la pintura ha generado y que lo podría haber hecho porque nuestro acierto no ha sido predominante. Sí la mentalidad y colectividad”.