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CONTRACRÓNICA DEL CELTA DE VIGO 2-1 VALENCIA CF 

Camino del abismo

Parejo adelantó de penalti a los valencianistas pero Roncaglia y Guidetti le dieron la vuelta al marcador y dejan a los valencianistas en la 'UVI' de la clasificación tras once jornadas disputadas

7/11/2016 - 

VALENCIA. El Valencia CF salió derrotado en Balaídos ante un Celta lento, sin ideas y que durante muchos minutos fue inofensivo ante la portería de Diego Alves. Aún así, los de Berizzo pudieron encontrar dos ocasiones para batir al brasileño y sumar una victoria que deja a los de Mestalla tocadísimos en la clasificación y con las vergüenzas de una plantilla mal construida expuestas una vez más.

Prandelli optó por colocar a Montoya en el lateral izquierdo para sustituir a Gayà, pese a hacer viajar a Siqueira para que este presenciara como espectador VIP el encuentro desde el banquillo. El brasileño ha aportado cero al equipo por sus lesiones esta temporada y no tener recambio para Gayà ayer obligó al técnico a trastocar casi todo el equipo. El mejor atacante del Valencia CF hoy en día, Joao Cancelo, tuvo que jugar de lateral derecho y Fede Cartabia, jugador que puede irse gratis en verano, jugó como extremo superando a Munir o Mina de manera inentendible pero que seguro esconderá algún motivo serio que sólo Prandelli conoce. O lo conoce alguien más pero nadie lo cuenta. 

El trabajo del italiano se nota. Que hay un trabajo semanal en Paterna se ve en cada partido pero es imposible que un técnico pueda hacer funcionar y competir a un equipo en un mes. No se puede. Es imposible. El equipo mostró una imagen mucho más seria en defensa de lo que era la etapa Ayestarán y prácticamente no le concedió ocasiones de gol a los celestes en todo el partido. El equipo está ordenado, tiene claro lo que quiere y presiona bastante arriba. Sin embargo, a la hora de proponer fútbol le cuesta horrores. Es un equipo partido, lento, con pocas ayudas y excesivamente entregado a los chispazos de jugadores como Cancelo o Nani. Ayer uno no atacaba casi y el otro no está para jugar en banda porque se pierde.

Con todo eso se puso por delante en el minuto 32 con un gol de Parejo, tras una buena jugada por la derecha de Cancelo y un penalti claro sobre Rodrigo. Pese a que el tiempo en Vigo era nublado, para el valencianismo se puede decir que salió el sol porque su equipo se ponía en ventaja y parecía que tenía controlado el partido. Pero una vez más la alegría duró muy poco. Roncaglia bajó una pelota rara en el área después de un saque de esquina local, se revolvió entre tres jugadores y largó un zurdazo al palo largo que no pudo detener Alves. La definición fue tan brillante como ausente fue la intensidad para impedirle un remate que tres valencianistas vieron a escasos centímetros sin la presión ni tensión mínimas para taponar el remate. Antes del descanso Nani tuvo una buena ocasión que Rubén despejo a córner. 

La segunda parte comenzó con buenas sensaciones para los valencianistas. Los celtiñas no carburaban y los valencianistas empezaron a llegar con facilidad cerca de la portería gallega. Medrán tuvo la primera ocasión en un cabezazo que remató alto. Tras eso hubo carrusel de ocasiones valencianistas, Parejo la estampó contra un central con todo a favor, Nani tiró fuera con la izquierda una volea a centro perfecto de Cancelo cuando tenía todo a favor y Rodrigo Moreno perdonó la que tiene cada partido. Se plantó solo ante Rubén y la cruzó en exceso con la derecha. El hispano-brasileño se mueve bien, trabaja, tira buenos desmarques y ofrece cosas al equipo pero no puede ser el nueve. El Valencia CF no perdió en Balaídos por su ocasión, pero a los que les exigen los goles es a los delanteros. En Vigo falló él y otros. Pero sus errores son semanales y él juega en el puesto en el que se exigen los goles. Nani también está obligado a mejorar sus guarismos goleadores porque juega cerca del gol, porque se le fichó para ser decisivo y porque cobra para marcar diferencias. 

Tras todas esas ocasiones el Valencia CF encajó un gol cómico. Con ocho jugadores dentro del área defendiendo a seis celestes, Guidetti remató sólo desde el punto de penalti y remachó al equipo de Mestalla. Faltaban 13 minutos y ahí murió el equipo negro y naranja. Prandelli metió a Mina y Munir por Medrán y Fede pero no cambió nada. Ni una sólo llegada con peligro. El gol les hundió y les hizo caer sobre la lona de Balaídos.

Tras once jornadas, con un cambio de entrenador, el Valencia CF aterrizó a última hora de la noche en Manises con la maleta vacía, con la sensación de que empieza a tener miedo a lo que viene y una caída libre que comenzó el curso pasado y nadie ha conseguido cortar. Prandelli empieza a tener finales por delante porque el descenso es ahora lo que más cerca tiene el equipo, y las posiciones de arriba empiezan a ser un sueño demasiado bonito para la pesadilla en la que vive anclado este club desde hace ya tanto tiempo que no se sabe ni cuando comenzó. 

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