El videoarbitraje (VAR) "ni entorpece, ni quita esencia, sino que ayuda al fútbol", señaló a EFE Quico Catalán, presidente del Levante, equipo recién ascendido a Primera División
VALENCIA. El videoarbitraje (VAR) "ni entorpece, ni quita esencia, sino que ayuda al fútbol", señaló a EFE Quico Catalán, presidente del Levante, equipo recién ascendido a Primera División.
Para Catalán se trata de una herramienta que favorece a este deporte y lo considera "un valor interesante, ágil y que no frena demasiado el ritmo del partido".
Pese a ello, admitió que sus prestaciones se pueden mejorar y lo comparó con el "pinganillo" que utilizan los árbitros desde hace algunos años y que les permite comunicarse con sus asistentes cuando hasta hace poco lo hacían "a voces".
"Todo es cuestión de empezar cuando se persigue un objetivo bueno", señaló el presidente levantinista tras admitir que se trata de una herramienta que solo se puede utilizar en el fútbol profesional.
"Hay que darse cuenta de que es un sistema de comunicación que no solo sirve para que el asistente le diga al árbitro que hay un fuera de juego, sino que se trata de un mecanismo para que de forma constante se transmitan información sobre cualquier aspecto del partido", añadió.
Catalán considera que los arbitrajes que recibió su equipo la pasada campaña en Segunda División no fueron muy diferentes a los de la próxima en Primera.
"Los árbitros tienen el mismo nivel de exigencia y en ambos casos hay que dotar de cierta normalidad al error del colegiado, igual que se hace con el del futbolista", matizó.
Preguntado por el arbitraje que el Levante vivió el día que se consumó su descenso a Segunda División al final de la temporada 2015-2016 en Málaga, señaló que aquel día se sintieron perjudicados, aunque aclaró que el equipo no descendió de categoría por lo que ocurrió aquel día.
De aquel encuentro, que fue dirigido por Iñaki Vicandi Garrido, Catalán recuerda que se sintió molesto por la actitud del árbitro durante y después del encuentro.
"Debemos diferenciar entre la gestión global del partido y el error puntual. Son dos cuestiones diferentes y, en cualquier caso, hay que dotar a los árbitros de herramientas para que se sientan ayudados", concluyó.