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El DESCENSO Y LA GLORIA PASAN POR PARTIDOS EPICOS EN EL ESTADIO CULÉ

Cinco historias de los...FC Barcelona-Valencia CF

Desde el preludio del descenso, a victorias inesperadas. Inicio de leyendas blanquinegras como la del Piojo López y obras de arte como un rondo de dieciocho toques en un equipo terrible que acabó siendo carne de derribo.

14/04/2018 - 

VALÈNCIA. Para el valencianismo hablar de los Barça-Valencia serán siempre los partidos de Claudio "el Piojo López". Nadie como el argentino para alegrar los corazones blanquinegros en los cara a cara contra el giganté culé, y nadie como el Piojo para sembrar el pánico en aquel feudo. Sin embargo, los Barcelona-Valencia son más, mucho más. Pasen y lean...

1-Los números. Nos dicen que es uno de los clásicos del fútbol español que se ha disputado un total de ochenta y dos ocasiones. Cuarenta y ocho victorias fueron culés, trece se fueron para Valencia y en veintiuna ocasiones se dio el empate. Ciento setenta y nueve goles fueron celebrados por la afición local y noventa y seis por la visitante. Los dos 6-0 de la 58/59 y de la 2007/08 son los resultados más abultados por parte local y el 0-3 de la 80/81 fue el mejor resultado visitante. Aún así, cabe destacar un triple 2-4 conseguido en las temporadas 41/42, en la 98/99 y en la 02/03.

2-El preludio del réquiem. Pese a jugarse en días distintos el Valencia comenzó a certificar su descenso de la temporada 85/86 en la derrota de la penúltima jornada 3-0 en cancha culé. Pese a que el valencianismo tenía esperanzas en que los locales no apretaran mucho el acelerador al no jugarse nada, pero no fue así. Al día siguiente Cádiz y Betis empataban sin mucha combatividad y certificaban el descenso más doloroso.

3-Retorno, venganza, Bossio y el "googd bye" de Venables. No tardó mucho el Valencia en cobrarse la venganza. Era la cuarta jornada de la temporada 87/88 y en la temporada del retorno el Valencia CF volvía al Camp Nou. En el minuto 20 un pase de la muerte de Emilio Fenoll lo remachaba Carlos Arroyo para hacer el 0-1. El partido tuvo dos nombres propios más, el de Antonio (el padre de Toño el actual jugador del Levante UD) que aquella tarde lo paró todo. El otro protagonista fue Miguel Angel Bossio. El uruguayo acabó con la camiseta teñida de sangre y un vendaje en la cabeza tras un choque durísimo. Quizá que le cosieran allá donde no tenía la herida tuvo bastante que ver... Tras la victoria de los de Di Stéfano 0-1, la junta directiva de José Luis Núñez tomaba la decisión de destituir al entrenador inglés Terry Venables.

4-"Evasión o victoria", el comienzo del reinado del Piojo. Temporada 97/98 el Valencia juega un lunes en el Camp Nou. Sorprendentemente no juega un mal partido pese a su posición en la tabla (décimoquinto con veintidós puntos contra un Barça líder con cuarenta y cuatro), pero al minuto cincuenta y tres el equipo pierde 3-0. Entonces Claudio Ranieri quita uno de los tres centrales (Cáceres) y mete a Juanfran por la izquierda, y más tarde mete a Moriggi por Mendieta. Es entonces cuando Morigi hace el 1-3 en el minuto sesenta y nueve. Y luego comienza a nacer la leyenda del Piojo, el 2-3 y el 3-3 en los minutos setenta y cuatro y ochenta y ocho. Y el estallido final, el gol del Burrito Ortega en el ochenta y nueve. Una remontada épica que dio paso a la leyenda del Piojo López contra el Barça. A día de hoy, el Camp Nou todavía palidece sólo con el recuerdo del argentino.

5-La victoria más ineperada. Temporada 2015/16, año desastroso. Con su tercer entrenador de la temporada, Nuno, Gary Neville y Paco Ayestarán el Valencia se presenta en el Camp Nou tras una agónica victoria en el descuento ante el Sevilla que le impide caer en la lucha por el descenso. Con un Barça lanzado hacia la liga, los de Luis Enrique sólo lleva cuatro derrotas. El Valencia CF sólo lleva nueve, pero nueve victorias. El 0-1 es un autogol de Rakitic tras centro de Siqueira. El 0-2 fue una obra de arte que llegó convertido por Santi Mina tras un inmenso rondo de 18 toques en el que el Barça sólo pudo mirar y recoger el balón del fondo de las redes. Quizá fue la victoria más estéril y, seguro, la más inesperada.

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