Cinco historias de los...RC Celta de Vigo-Valencia CF

VALÈNCIA. Balaídos siempre será para el valencianismo el estadio en el que debutó Don Antonio Puchades. No por conocida, la historia de la lluvia, los arrozales de Sueca y la plegarias para que el cielo descargara tras las palabras de Pasarín, debe ser obviada; y más en una sección como esta. Han pasado muchas cosas en cincuenta y un partidos entre Celta y Valencia. Pero la primera siempre ha sido y será el debut de "Tonico".

1-Los números: nos dicen que los Celta-Valencia son enfrentamientos con larga tradición en la máxima categoría del fútbol español. Se han disputado un total de cincuenta y un partidos entre ambos equipos en Balaídos. Veintitrés victorias locales por doce visitantes y dieciséis empates. El Celta le marcó ochenta y cuatro goles al Valencia, mientras que los valencianos celebraron conseguir diana en Vigo en sesenta y siete ocasiones. El mejor resultado local fue el 6-2 conseguido en la temporada 40/41. Por contra, el mejor resultado visitante está fresco en la memoria del valencianismo. El 1-5 de hace dos campañas (la 15/16) que salvó la cabeza de Nuno. Momentáneamente...

2-Puchades "el suecano" (parte I, el debut). Septiembre de 1946, está a punto de nacer la mayor leyenda valenciana que ha vestido la camiseta del Valencia CF. El Valencia juega en Vigo y el entrenador se lleva a un joven fichado por Iturraspe. Se llama Antonio Puchades y esa semana había destacado en entrenamientos en campos embarrados acostumbrado como estaba a moverse entre los arrozales de su Sueca natal ayudando a sus padres. El entrenador Pasarín tiene bajas en la medular Monzó, con luxación de codo, y Asensi, que puede ocupar su puesto en la media, está sancionado. Decide llevarse al suecano, "coll gelat" le apodaban cuando jugaba en el equipo de su pueblo, y le dice la noche anterior al partido "si llueve vas a jugar tú". Tonico se pasó la noche rezando y su plegaria fue correspondida: esa noche diluvió sobre la ciudad pontevedresa. Pasarín cumplió su palabra al alinear a "Tonico", y el Valencia CF ganó 1-2. Comenzaba a forjarse la leyenda del mítico Don Antonio Puchades.

3-Puchades "el suecano" (parte II, el recuerdo). Abril de 1983 el Valencia CF se presenta en Balaídos con el aliento del descenso pegado al cogote. Se juega la vida ante el Celta en la penúltima jornada del campeonato. Los de Koldo Aguirre (qepd) pierden 2-1, y lo que es peor pierden para la última y decisiva jornada ante el Real Madrid a Mario Alberto Kempes por acumulación de amonestaciones. Esa jornada quedarían como colistas en la máxima categoría. De las numerosas pancartas exhibidas por la afición local recordando la pérdida de status de la entidad de Mestalla, una quedó grabada a fuego entre aficionados y directiva desplazada hasta el estadio vigués "El Valencia era el Valencia cuando jugaba Puchades el suecano".

4-Un biólogo aragonés. Probablemente el peor arbitraje que han visto los tiempos en un Celta-Valencia lo realizo Arturo Daudén Ibáñez. El aragonés (biólogo de profesión) señaló tres penaltis que no eran, ni por asomo. Incluso los colegas de la prensa gallega admitieron sin ningún tipo de reservas la inexistencia clara de una de las penas máximas, y una duda más que razonable sobre la segunda. Sobre todo, hubo uno de Djukic aboslutamente patético. Para colmo de males, el colegiado señaló un penalti en el último minuto del partido que marraría el Kily González. Aquella tarde Arturo Daudén Ibáñez pasó al panteón de los arbitrajes "ilustremente" recordados por el valencianismo. 

5-El canto del cisne. Venía Nuno con el agua el cuello, y el Celta era el equipo revelación de la temporada. Nadie contemplaba ni siquiera un empate. El resultado final fue un tremenda goleada pa los de Nuno que aplastaron a al Celta goleándolo por 1-5. Con la fortuna del lado de los de naranja en los momentos clave (el 1-2 lo hicieron en el minuto 45 y el 1-3 en el 46), esa goleada a Balaídos fue el canto del cisne de Nuno en el Valencia CF. Dos goles de Paco Alcácer, dos de Dani Parejo y uno de Mustafi cerraron un partido pelo de acierto. Fue un hecho aislado ya que el portugués no remontó y encubrieron su cese como una dimisión dos semanas más tarde en la visita al Pizjuán. Pese a la exhibición en Balaídos, el vestuario ya iba a otro ritmo.