Pese a haberse disputado tan sólo tres ediciones de los Valencia CF-Eibar, la realidad es que estos encuentros ya acumulan bastantes aspectos destacables. Una cosa es segura, a favor, en contra o repartidos, los encuentros entre valencianos y vascos son un seguro de goles.
VALÈNCIA. Pese a haberse disputado tan sólo tres ediciones de los Valencia CF-Eibar, la realidad es que estos encuentros ya acumulan bastantes aspectos destacables. Una cosa es segura, a favor, en contra o repartidos, los encuentros entre valencianos y vascos son un seguro de goles. Récords, olas con sorna y expulsiones componen la corta pero intensa historia de los partidos entre blanquinegros y azulgranas.
1-Los números. Este sí es el apartado más exiguo de los partidos entre blanquinegros y armeros. Tres partidos jugados con dos victorias locales, una visitante y ningún empate. Siete goles a favor del Valencia y cinco para los vascos. El mejor resultado es un 4-0 para los locales y de igual manera, el mejor resultado para los visitantes es un 0-4.
2-Siempre cuatro goles. Curioso, y a mitad de camino entre la estadística pura y dura, y la casualidad. Cada uno de los tres partidos que Valencia y Eibar han disputado en Mestalla han registrado cuatro goles (bien en un solo lado, bien repartidos). En la temporada 14/15 el resultado fue un 3-1. En la 15/16 fue un 4-0 , y la temporada pasada fue todo un revés aunque también cumplió la media de los cuatro tantos: 0-4.
3-Diego Alves establece una nueva marca. El primer hecho destacable lo encontramos en el debut de los armeros en Mestalla, concretamente en la temporada 2014/15. Aquel Valencia de Nuno que acabó entrando en Champions destacaba por su tremenda solidez defensiva. Tal era su fortaleza que pasó casí toda la segunda vuelta del campeonato sin encajar goles en casa. Del gol de Bacca en la jornada 20 con el Sevilla, al de Arruabarrena con el Eibar en el minuto 70 de la jornada 35, transcurrieron 677 minutos. Esa nueva marca de imbatibilidad en Mestalla quedó en posesión del guardameta brasileño Diego Alves que superaba de esta manera el anterior registro de 664 minutos con la establecido en la temporada 71-72, hace 43 años, de forma conjunta por los porteros José Luis Meléndez y Ángel Abelardo.
4-Una ola con sorna. La temporada 2015/16 fue la primera de dos campañas seguidas en las que el club de Mestalla avergonzó de manera profunda a sus seguidores. Tanto en el aspecto social (deriva sin rumbo en unos dirigentes tan altivos como ignorantes) como en la parte deportiva, la temporada fue desesperante. Con la llegada de Pako Ayestarán y el agua al cuello el equipo tuvo una mini reacción que le permitió salvar la categoría. Tres triunfos consecutivos ante el Sevilla (en el descuento), frente al Barcelona (el sorpresón del año) y goleada 4-0 ante el Eibar. Hay que resaltar que el partido ante los armeros llegó en la jornada 34, que el Eibar venía con la permanencia conseguida y que vinieron a Valencia "de campo y playa". Sin apenas oposición, los locales golearon y la grada hizo la ola. Algunos piensan que la afición "se vino muy arriba", pero fue más una exteriorización con sorna como protesta a una lamentable temporada, que una celebración. Por cierto, esa fue la última victoria como entrenador en primera división de Pako Ayestarán. Fecha: 28 de abril de 2016...
5-Un bofetón a mano abierta: 0-4. La temporada pasada la visita de los de Mendilíbar supuso un revés en toda regla. Voro había comenzado a enderezar mínimamente una nave a la deriva, aunque todavía estaba cogida con alfileres. Para colmo de males los de Mestalla se presentaron para este partido sin Parejo. A Carlos Soler le acompañaron en la medular Mario Suárez y Álvaro Medrán, poco más hay que explicar. Para colmo de males, en el minuto 46 de la primera parte y en un corner, una provocación de Escalante a Carlos Soler es repelida de manera violenta por el canterano. Munuera Montero sólo vio al valenciano, le expulsó y pitó penalti en contra del Valencia con 0-1 ya en el marcador. La máxima pena la transformó Adrián y con 0-2, un jugador más y un centro del campo local como el ya descrito, el Eibar se dio un festín.