Hoy es 20 de abril y se habla de
puerto de valencia
aeropuerto de valencia
manises
caso erial
eduardo zaplana
PAI San Marcelino
Landco
URBEM
valència
cullera
ribera baixa
medicina estética
QUART DE POBLET
CASTELLÓN. Comienzan las vacaciones de verano y son muchos los que optan por largos trayectos en avión, pero no hay que olvidar que, en ocasiones, un viaje con cambios de horarios considerables puede acarrear irritabilidad, fatiga, insomnio o dolor de cabeza. Es el conocido “jet lag” o “síndrome transoceánico”. Un trastorno que evidentemente es más común en los periodos vacacionales y para el que la doctora Maribel Andrés, responsable de la unidad de neurofisiología del Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime de Castellón, pauta las medidas a seguir para combatir esta sintomatología.
Tal como explica la doctora Andrés, “el jet lag origina un gran desajuste en tu mente y tu cuerpo que produce que cuando llegues a tu nuevo destino no te puedas dormir por la noche o que te caigas de sueño a las 4 de la tarde generándote dolor de cabeza, fatiga generalizada y un hambre voraz a deshoras”. Unos síntomas que se deben a un desequilibrio producido entre el reloj interno de una persona (que marca los periodos de sueño y vigilia) y el nuevo horario que se establece al viajar a largas distancias a través de varias regiones horarias.
Dependiendo de la persona, el trastorno puede durar entre uno y cinco días. “Este desajuste genera trastornos a nivel de tensión, temperatura y estado cerebral y dificulta la conciliación del sueño”. Además, la dirección hacia la que se viaja influye en padecerlo más o menos fuerte, “Normalmente si viajas hacia el este, es decir en sentido contrario al reloj biológico, -afirma la doctora Andrés-los efectos del jet lag pueden ser más fuertes y duraderos ya que cuando para ti sea la hora de ir a dormir en tu nuevo destino será la hora de levantarse. En cambio, si viajas hacia el oeste se prolonga la sensación de noche o de día y el ciclo corporal se ajusta con mayor facilidad”.
La doctora Andrés resalta la importancia de prevenir los síntomas antes de embarcar. “Si estás a punto de embarcarte en un vuelo de 10 horas yo recomiendo, sobre todo antes de volar, hacer un poco de ejercicio, seguir una dieta saludable y descansar mucho los días previos al viaje. Otra medida sería acostarse y levantarse una hora antes si viajas dirección este o una hora más tarde si viajas hacia el oeste”, subraya la Dra. Andrés.
“Una vez en vuelo, -agrega la especialista-, hay que hidratarse muy bien: beber mucha agua y evitar la ingesta de alcohol y cafeína; y es fundamental comer, aunque no apetezca. Practicar algún tipo de estiramiento a bordo también es un buen consejo o mover las piernas y el cuello mientras estén sentados en el avión” y añade “cuando se sube al avión, yo aconsejo actualizar el reloj a la zona horaria de destino. Si se llega por la tarde, no dormir mucho en el avión para así estar cansado cuando llegues a tu destino. Pero si el vuelo llega por la mañana o de madrugada hay que intentar dormir durante todo el vuelo para estar despierto y activo el resto del día”.
Respecto a la llegada a destino, la doctora Maribel Andrés asegura que es fundamental adaptarse a la hora local, no tomar comidas pesadas durante el primer día y “si llegas de día intenta salir a la calle, y busca el sol, dado que es un estimulante para regular el reloj biológico”.