VALÈNCIA. Los colaboradores de Plazadeportiva.com muestran su visión sobre el SD Eibar-Valencia CF:
ALBERTO SANTAMARÍA
Dicen que quejarse no sirve de nada, pero lo sucedido anoche en Ipurua es para poner el grito en el cielo. El VAR y aquellos que ayer no quisieron echar mano de él quedaron más que en evidencia. El penalti sobre Santi Mina fue casi tan claro como la mano de Gayà que terminó significando el definitivo empate a uno. Que nadie avisara a Cordero Vega de su error no tiene nombre. O sí. Pero casi mejor no nombrarlo. Prefiero quedarme con la buena primera parte del equipo, pero de nuevo faltó gol. El equipo perdonó en exceso y el videoarbitraje se lo hizo pagar. Esta temporada no sale nada.
JOSEP LIZONDO
La temporada más rara que he visto en mi vida. Pocas veces puedes reprochar algo al equipo sobre el campo. Apenas alguna cosa a algún elemento muy concreto. Y sin embargo... El empate eterno. 10 de 16 jugados es una anomalía lo mires por donde lo mires. Como aquella, que no recuerdo cuál, que no se empató ninguno en toda la Liga. Cosas que sólo le pasan a este club. Lo que está claro es que algo hay que hacer durante el parón para revertir ciertas tendencias. Le noto a este equipo muy falto de un meneo emocional. Ese intangible que te lo daba Soler en año de Voro o Zaza hasta hace nada. No sé si ese ingrediente está en casa o habrá que traerlo, pero lo veo urgente.
VICENT MOLINS
VICENTE BAU
El Valencia tiene dos problemas obvios. El VAR siempre pita en contra del Valencia y nunca a favor como sucedió en un penalti claro a favor del Valencia. Buena primera mitad del Valencia y desesperante segunda parte a favor del Eibar. Dos lesiones claras en el equipo de Coquelin y Paulista, dos lesiones más, y un empate final que deja más marcado a Marcelino. El Valencia con el VAR y sin el VAR no arranca. Y eso es de una tristeza tremenda
PACO GISBERT
Este año, al València lo ha mirado un tuerto. Ha jugado en Éibar uno de los mejores partidos de la temporada, se ha ido al descanso con dos cambios obligados por lesiones y le han pitado un penalti (dos minutos después de producirse) por una mano tonta de Gayà. Pero hay otra lectura del partido. Si el València hubiera aprovechado la mitad de las numerosísimas oportunidades que ha tenido en la primera parte, en la segunda el VAR ya podía haberle pitado un puñado de penaltis, que no habría servido para nada. Seguimos empatando, lo cual no es ninguna novedad, pero hoy, al menos, hemos visto otra actitud sobre el campo y signos de que tanto Rodrigo como Parejo parecen salir de su particular estado depresivo.