VALÈNCIA. Los colaboradores de Plazadeportiva.com muestran su visión sobre el Valencia CF – Sevilla FC:
Ha sido extraño el partido de ayer entre el Valencia y el Sevilla. El equipo local pudo empatar cuando lo normal hubiera sido que los andaluces se fueran con ventaja al descanso. La segunda parte fue flojita en todo, con un Valencia peleón y poco más. Lo de Soto Grande es de una chillona mediocridad, con una expulsión final como colofón. Yo lo llamaría Soto Cero, por malo. Que se lo hagan mirar en el comité nacional de árbitros porque algo no está yendo en la dirección correcta y se está viendo progresivamente. Por lo demás, pues el Valencia siempre deja uno, dos o tres regalos en defensa y así es difícil remontar el vuelo. Lo de los tres centrales... chapuza, sinceramente. Y, ante la duda, falta y tarjeta contra el Valencia: y eso sí, tan pronto te presionen, tírate al césped, que te la pita a favor. Ya tienen todos la lección aprendida.
Otro partido con el elogio de mínimos. Ante la aceptación de que ‘esto es lo que hay’, con costuras que revientan demasiado fácil, al menos un equipo que sabe ser intenso y no achantarse cuando se le pone tan pronto un partido cuesta arriba contra un rival con carrera y máster. Es demasiado tentador creer que tocando algunas teclas, aprovechando esa bravura, el equipo podría terminar por encajarse y conducirse por el orden y ramalazos de talento individual. Tan cerca, y en cambio tan lejos.
El corazón empata contra el talento. Un Valencia con un equipo muy justito logra la igualada contra una escuadra que a fecha de hoy es mucho más equipo que los de Bordalás. El conjunto andaluz se adelantó prontito con un gol en propia meta de Diakhaby y el Valencia logro la igualada gracias a la puntería de Guedes. El puntito de ayer no es enorme, pero sí premia el derroche físico de la escuadra de Bordalás.