VALÈNCIA. Los colaboradores de Plazadeportiva.com muestran su visión sobre el Valencia CF 1–1 Levante UD:
JOSÉ MARÍA PERIS
Es tornen a trencar les cròniques per una situació inesperada. Un penal de VAR al descompte fa volar dos punts del silenciós Mestalla. Encara que el invent dels càntics enllandats de la grada d'animació des de la megafonia de Mestalla no ens ha permés seguir el so dels jugadors, una de les principals motivacions per a l'espectador televisiu. Sembla difícil, en calent, vore el got mig ple si ens ve al cap Diakhaby i altre 'error grosero' que va batejar Cúper. El francés tindrà altra nit complicada perquè ja sap que l'ha tornat a liar. No val per a res fusilar mediàticament al central. La competició és molt curta i cal tindre quan més efectius millor. Tasca de Celades recuperar-lo anímicament des de ja i millorar-lo tàcticament.Però si girem el cap i veiem a Guillamón podem somriure un poc. La lliga ha tornat amb mal gust de boca per al valencianisme i unflada de pit a les acaballes per a Felip Bens i companyia. Tres mesos després, la cosa, excepció del públic, no ha canviat tant.
SERGIO ARLANDIS
El Valencia ha sido incapaz de superar a un normalito Levante, con uno menos en el campo casi un cuarto de hora. Los motivos parecen claros: centras y no rematas, por un lado; y por otro, es que el Valencia tiene una lacra, un jugador que vergonzosamente viste su camiseta, el innombrable Diakhaby, que ya merecería una apertura de expediente laboral por todos los daños que provoca a la empresa que le paga. A Dios pongo por testigo que si el próximo partido lo juega este lamentable defensa, apago la televisión y me voy a ver fútbol en el río, de regional, donde hay miles de futbolistas mejores que este francés, herencia del gran Longoria, famoso por sus exitosos fichajes para el Valencia. Me pregunto si este jugador renunciará el año que viene a su suculenta ficha si el Valencia no se clasifica para Europa. Por lo demás, Celades sigue sin equilibrar un equipo al que le faltan muchas cosas, sobre todo mala leche para cerrar los partidos. Seguimos con la normalidad mediocre que dejamos antes del confinamiento. A más de uno hoy le ha venido muy bien jugar sin público. No puedo acabar sin decir un: Diakhaby, vete ya.
VICENT MOLINS
El Valencia, decidido a demostrar que la normalidad es la de siempre, puso en Diakhaby todas sus esperanzas. Eh, que somos los de antes. ¿Ganando 1-0 en el 95, con un hombre más? Haz algo, Diakhaby. Y lo hizo. ¿Su culpa? Bien, pero que a Diakhaby le valga para estar asentado en la defensa señala problemas más allá de la individualidad que han condenado la temporada.
Si esta Liga express será cuestión de arreones energéticos, el equipo más bien promete ideas confusas, poca agresividad ofensiva y cierto desánimo general.
PACO GISBERT
Tres meses después, nada ha cambiado. El Valencia sigue haciendo de cada partido un infierno para sus aficionados, estén en Mestalla o viéndolo por la tele. Diakhaby continúa cometiendo penaltis idiotas para arruinar la temporada, el equipo es incapaz de cerrar los partidos y la Champions parece una utopía. Nada cambia porque nada puede cambiar. Una pandemia puede modificar nuestra forma de vivir, de trabajar o de relacionarnos, pero es incapaz de cambiar a un equipo enviciado desde el arranque de temporada y al que los parches que se le han puesto han resultado ser peores remedios. Si a eso le añadimos el tufo a partido veraniego que despedía el partido, la única opción posible es echarse a la bebida.