VALÈNCIA. Los colaboradores de Plazadeportiva.com muestran su visión sobre el Valencia CF 1-2 CA Osasuna:
Me pregunto si hay algún futbolista del Valencia que esté en un estado dulce. Nadie. Sirve el pelotazo, sirve la fragilidad defensiva, sirve lo de la entrega y el corazón...para quedar a mitad tabla sí sirve. No sé si es consciente Bordalás que es posible no ganar la Copa y que si no lo hace estará firmando una lamentable temporada, con más goles en contra que a favor. Ojalá no sea así porque no lo merece, pero es una seria posibilidad. Por otro lado, el sibilino arbitraje exige una revisión urgente de la calidad de los árbitros españoles, que es baja, mala y partidista. Otro partido más del Valencia para echar a la basura y con Bordalás empeñado en dejar con un jugador y medio menos a su equipo cada vez que saca a Cheryshev y a Marcos André. Propietario: Meriton Holdings, que ahora no sé escondan y den la cara. El técnico tampoco anda muy acertado últimamente.
Final accelerat de la Lliga en Mestalla, després d’una derrota més que merescuda davant un Osasuna que tampoc és res de l’altre món. Un matx en el que ni tan sols ha servit per donar descans als jugadors teòricament titulars en la final de Copa.
Una final que cada vegada està agafant més trascendència en el futur d’este club ocupat des de fa massa temps.
Partido muy mejorable -igual que el arbitraje- de un Valencia que estuvo bastante más voluntarioso que en los últimos dos partidos pero que sigue adoleciendo de la claridad mínima indispensable para aspirar a metas mayores. Se pierde una posición en la tabla y Europa, vía Liga, es ya una utopía: el hecho de que la Europa League esté a 14 puntos habla a las claras de lo decepcionante que ha sido la temporada con la excepción de la última gran oportunidad que nos brinda la Copa. Sólo La Cartuja nos podría abrir la puerta para conseguir algo que, en el campeonato de la regularidad... NO nos hemos ganado.
El Valencia no hace nada para ganar y Osasuna, bien apoyado por un ruin Melero, se lleva los tres puntos de Mestalla. Y tras este partido la lectura y la pregunta es indudable. ¿El Valencia llega en condiciones a la final de la Copa del Rey? La respuesta es evidente. Jugando así, jugando con un fútbol cansino y carente de alma, ganar la final de Copa parece una utopía para este empobrecido Valencia. Mestalla simplemente languidece. Un horror.