Comer

nueva apertura en el carmen 

Borgia: placer y vinos en el wine bar que rinde homenaje a la poderosa familia valenciana

A Jordi Gil le gusta pasear, el vino, la arquitectura y la historia. Fue en uno de esos largos paseos por el barrio de El Carmen cuando se topó con que se traspasaba un pequeño local situado en Casa Peris, un edificio diseñado por el arquitecto José María Manuel Cortina (figura destacada del modernismo valenciano), con acceso principal por la calle Caballeros que daba esquina a una pequeña calle a la que da nombre una de las familias más influyentes, odiadas y poderosas del Renacimiento Europeo. Puede que si alguno de ellos hoy levantara la cabeza, se sentiría ultrajado al saber que en la ciudad en la que su estirpe dejó un extraordinario legado artístico, cultural y patrimonial solo un estrecho callejón de apenas 60 metros recuerda su apellido.  

Desde finales de septiembre, nuestro particulares Medicis tienen, además de una calle, un bar en su honor. Un bar de vinos, concretamente, donde además de beber, también se come (y de maravilla). "A mí me gusta mucho la historia, me apasiona la edad de Oro de la historia de Valencia y la historia de los Borgia, así que cuando vi el local, me enamoré", explica Jordi Gil. Después de un año negociando, llegaron a un acuerdo hasta que en mayo de 2024 le dieron las llaves.  Durante todo ese tiempo, Jordi fue barruntando qué hacer con aquel local y solo tuvo que sumarle su otra gran pasión, el vino, para dar en el clavo. "Creí que un wine bar encajaba como anillo al dedo. El barrio me lo transmitía", afirma. 



Ahí empezó un proyecto ambicioso en el que le dieron la vuelta por completo al local. El hostelero lo dejó en manos del estudio de interiorismo Pont de Fusta –responsables de que Tonyina, Anyora, el bar Trinchera, Vermúdez o la Cooperativa del Mar luzcan así de bonitos–.  Todo son halagos hacia el trabajo de Carlos Pinazo y Héctor Merienda, con los que trabajó codo con codo. "Les llevé a sitios que me gustaban mucho de la ciudad. También les pasé muchas referencias de Madrid", detalla Jordi.  Lo que primero resalta de Borgia es su caparazón: una grandiosa mesa central de madera donde caben 16 personas, una lámpara de hierro forjado con los nombres de las ciudades donde la familia dejó su huella, un techo de un azul intenso que contrasta con las vigas y las paredes blancas donde cuelgan contramoldes de ninots falleros.  "Me gusta mucho el concepto de compartir mesa, de conocer. En un wine bar se va dar eso. El preguntar '¿qué estás bebiendo?' y comentar con el vecino. Estamos en un barrio muy turístico y aquí van a pasar cosas mágicas de compartir mesa y acabar yéndose juntos de fiesta o un valenciano que le explique a un extranjero cual es la verdadera Valencia... El vino propicia eso de por sí y nosotros queremos amplificarlo", expone Jordi, "pasan cosas muy bonitas tomando un buen vino y una buena comida, y este lugar tiene que ser eso", añade.

Al espacio se le suma un pequeño reservado, una mesa para 6 personas situada en la parte superior a la que llaman "el cónclave", donde reunirse con más intimidad. "Una mesa redonda para celebrar un momento más íntimo o más tranquilo", apunta Jordi.  Este es la mesa que habría elegido cualquiera de los dos papas que dio la familia Borgia – Rodrigo, conocido como Alejandro VI o Calixto III,  llamado Alfonso antes de dirigir la iglesia católica– para planear los detalles de alguno de los numerosos escándalos por los que han pasado a la historia: orgías, hijos ilegítimos, incesto, corruptelas de toda condición, asesinatos y envenenamientos.  "Lo hacían todos en aquella época. Era la manera en que se concebía el poder, la guerra del más fuerte", asegura Jordi, "pero a los Borgia no se les perdonó su origen. Que llegaran al poder dos papas que no eran italianos fue entonces imperdonable".  Desde el cónclave se leen con claridad las tres frases que atraviesan las paredes, extraídas de 'El Príncipe' de Maquiavelo, que dicen se inspiró en otro de los más famosos integrantes de la familia: César Borgia, hijo ilegítimo del sumo pontífice Alejandro VI y hermano de Lucrecia.  Frases que resumen bien la filosofía de la época. "500 años después algunas chirrían, pero otras son totalmente actuales", sostiene.

Recibe toda la actualidad
Plaza Deportiva

Recibe toda la actualidad de Plaza Deportiva en tu correo