VALÈNCIA. El alarmante momento de juego por el que atraviesa el equipo y el flirteo con el descenso a segunda división han provocado un movimiento previsor entre la red de agentes que trabajan habitualmente con el Valencia CF.
A lo largo de las útimas dos semanas, varios representantes han comenzado a testar al club respecto a la planificación deportiva en caso de un escenario de descenso. Los agentes e intermediarios quieren conocer en qué condiciones saldrían sus representados, interpretando que el club no podría hacer frente a sus fichas si se consuma la pérdida de la categoría para, con esa información, comenzar a buscar nuevos retos para sus jugadores. Preguntan por rescisiones de contrato o precio de salida a la baja en función de la cuantía de las fichas y de las temporadas de contrato. El siguiente paso es testar el mercado para buscar potenciales compradores si el equipo cae a segunda.
La curiosidad no es sólo cosa de los agentes con jugadores en nómina en el vestuario del primer equipo. Diferentes intermediarios están llamando para conocer cuántos jugadores saldrían y a qué precio, para ofrecerlos a clubes que puedan acoger las fichas que perciben en el Valencia CF.
El club no tiene respuesta para la inquietud, por otra parte razonable, que manifiestan los representantes. La planificación deportiva para la próxima temporada todavía no se ha determinado ante la inacción de Singapur y la ausencia de una estructura con autonomía que pudiera trabajar ya desde hace semanas, por si acaso, en dos escenarios: uno de permanencia y otro de descenso. La previsión de riesgos no existe en el Valencia CF.
En su última comparencia de prensa en Paterna, el director corporativo del club y portavoz, Javier Solís, capeó el 30 de marzo, como pudo, la pregunta sobre si la propiedad y la dirección deportiva trabajaban en un contexto de segunda. "Se maneja con la dificultad añadida de esa nube. El Valencia estará el año que viene vivo y estoy seguro que estará en primera división. El día a día es avanzar en temas de marketing y deportivos para ajustarse a diversos escenarios, pero reitero que el escenario será en primera división. La palabra planificación se entiende. Tú tienes que planificar escenarios futuros. Eres un equipo de primera que hasta la última gota de tu sangre vas a pelear por no bajar. Pero, priorizamos un escenario en primera, por supuesto", manifestó Solís.
Todas las miradas se dirigen a Peter Lim, el máximo accionista, que todavía no ha determinado qué pretende hacer con el club de Mestalla en ambos horizontes: el de permanencia y el de descenso. Y en esa encrucijada, sin respuesta de Singapur e impaciente, está detenida la entidad; con sus empleados a la espera de luz verde para trabajar en algún sentido de manera contundente y poder así afrontar y paliar una crisis alarmante.