VALÈNCIA. Un pico de confianza en el momento más propicio. No había otro más justo para que las piezas difefenciales del Levante mostraran su cara más dulce y llevaran al equipo a la final del play-off de ascenso sobre una nube. Así es como se siente a estas horas el vestuario granota, a falta de un día para la visita a Mendizorroza, donde este curso el cuadro de Javi Calleja ya logró la victoria con goles de Bouldini y Son. Y es que son muchas cosas las que hacen hoy a la plantilla vivir su momento de mayor seguridad sin descuidar al otro gran candidato. El Alavés de Luis García amenaza con romper lo vivido durante el curso, es decir, las dos victorias levantinistas en la temporada regular. Porque a la de Vitoria se suma una de las más solventes de la temporada, cuando el cuadro blaugrana logró imponer otro 2-0 con un tanto tempranero de Pepelu que probablemente cambió el devenir de aquella tarde.

Ese es, precisamente junto a la de este pasado miércoles frente al Albacete, el triunfo que más revitalizó al equipo. En aquella ocasión el buen momento contrastó con las deprimentes imágenes de los encuentros de Tenerife y el Ibiza en Orriols, pero ahora los de Calleja encadenan dos encuentros en los que han sido muy superiores a su rival. El 3-0 contra los de Albés es el primer marcador de esa guisa que ha conseguido cerrar el Levante esta campaña. Solo uno fue más contundente en el luminoso: el 4-1 frente al Villarreal B, a inicios de temporada, con Mehdi Nafti en el banquillo. Redondo. Cuando la efectividad en las áreas ha sido la gran cuenta pendiente del equipo a lo largo de todo el 2023, en el momento preciso han cambiado las tornas. 

La plantilla sabe que está en su momento y se siente un hueso durísimo. Por más que reine el máximo cuidado por el rival que toca enfrentar, también lo hace el optimismo. "Ojalá todos los partidos fuesen ante el Alavés", bromeaba Felipe Miñambres en una entrevista en Plaza Deportiva justo antes de que el equipo estrellara ante el Ibiza casi todas sus opciones de meterse entre las dos primeras plazas al fin de la liga regular. El club ha supeditado parte de su plan futuro al ascenso y ese futuro abre el telón este domingo. 

Con Róber Pier

Tal es el positivismo que incluso Róber Pier, que se marchó aquejado de los isquios el pasado miércoles, podrá llegar a la cita. Después de seis meses a vueltas con las lesiones -otro curso más con graves problemas en la parcela de recuperaciones-, ahora Calleja tiene para escoger precisamente en la demarcación donde más bolillos ha habido de encajar. Llegó a alinear a Mustafi de inicio en el Heliodoro Rodríguez López ante la falta de efectivos y las dudas en Carlos Giménez para afrontar como titular un partido clave en la carrera por el ascenso directo. Y Mustafi salió rana en aquella ocasión. 

Ahora, si Róber Pier consigue llegar en plenas condiciones a la cita de Vitoria, Calleja contaría con Postigo y Vezo, que ya jugaron todo el segunto tiempo de la vuelta ante el Albacete.