EL VALENCIA SIGUE SIN ESCARMENTAR, YA ES EL PEOR DE LA HISTORIA y TIRA otra FINAL POR HUIR DEL DESTINO

Autopista al infierno

10/04/2023 - 

VALÈNCIA. La caída del Valencia parece no tener frenos. Si la pasada semana ante el Rayo Vallecano el cuadro del 'Pipo' Baraja se atascó en el primer acto para mejorar en el segundo, lo de Almería fue como una película rebobinada: el buen inicio del equipo dio paso a una zozobra provocada por errores -de campo y de timón- que devolvieron al valencianismo al infierno de las posiciones de descenso. La autopista del club de Mestalla hacia su negro destino no tiene señales ni limitaciones de velocidad, y cae a la zona innombrable de la clasificación por tercera vez en el año, después de sacar la nariz por el respiradero con el punto del pasado lunes. 

Aún así, Baraja no quiso ser alarmista y descartó ser "drástico" -al menos, públicamente- pese al hastío con el que abandonó los Juegos del Mediterráneo. El vallisoletano señaló aquellas cosas que "no pueden pasar" y "no se pueden consentir". Y es que sin Nico, ya atropellado en su tobillo y pidiendo el cambio, el cuerpo técnico no anduvo rápido en la toma de decisiones y el Almería ganó esa batalla parcial. Con avidez desde la banda o sin ella, al equipo le faltó -otra vez- gestión de partido y saber estar. 

Los de Rubi aprovecharon el agujero, se pusieron por delante y olieron la sangre cuando el temblor del Valencia era visible a kilómetros. Ese manojo de nervios y el ímpetu local se apoderó del equipo y Mamardashvili, que había salvado el 2-0 minutos antes, erró en otro balón aéreo para facilitarle la tarea a Babic en el segundo. El recorte de Castillejo no fue suficiente: más allá del cabezazo postrero de Hugo Duro en la recta final de la tarde, el Valencia no dispuso de ninguna ocasión clara más. La 'oportunidad' del remate de Cavani fue tan laxa como irrelevante para Fernando.

Y a pesar de que Baraja evitase hablar de 'final' en la carrera por la permenencia en la previa del encuentro, Gayà sí lo hizo en el flash. Se perdió una oportunidad de respirar -más con el buen primer tiempo en la mano- y aprovechar los tropiezos de algunos de los oponentes directos. Entre ellos, en caso de haber triunfado, el propio Almería. "No pudo ser", dijeron tanto el capitán como el propio técnico. Y mientras "no puede ser" al Valencia se le acaba el tiempo, se le agotan las jornadas y se ahoga en su sensación de no ser capaz de igualar el arte del que pelea en la orilla de los infiernos. El mismo hacia el que le lleva directo su autopista.

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