El Valencia tropezó en el campo del líder en un partido en el que no supo rentabilizar sus ocasiones. Una experiencia que debe servir a los de Marcelino de cara a la próxima temporada cuando vuelvan a lucir el escudo por los mejores campos de Europa
VALÈNCIA. Lección para el futuro. El Valencia tropezó en el campo del líder en un partido en el que no supo rentabilizar sus ocasiones en el peor escenario posible para ello. Una experiencia que debe servir a los de Marcelino de cara a la próxima temporada cuando vuelvan a lucir el escudo del Valencia por los mejores campos de Europa. La derrota deja un sabor amargo por la buena actuación de un equipo que saltó al feudo azulgrana sin complejos.
El Valencia entró al partido con decisión, consciente del bajón con el que llegaba el FC Barcelona al encuentro tras su reciente eliminación. Olió la sangre y fue a buscarla. Un buen plan si Ter Stegen no hubiera frenado el ímpetu visitante con grandes intervenciones. El jugador más desequilibrante volvió a ser Gonçalo Guedes. El portugués estuvo enchufado nada más salta al 'verde' del Camp Nou y abrió el catálogo de ocasiones valencianistas con un disparo desde el pico del área que desvió el portero alemán.
Sin embargo, el Barcelona demostró que cuando perdonas, lo pagas. Tuvo dos ocasiones que exigieron a Neto y a la tercera no falló. Coutinho se inventó un pase en profundidad para Suárez que esta vez no falló para colocar el 1-0 en el marcador. Pese al gol, el Valencia no se descompuso y seguía muy metido en el partido. Se desplegó con agilidad, refugiándose en las galopadas de Guedes. El portugués rozó el gol en dos ocasiones, eran los mejores minutos del Valencia en el Camp Nou. La primera la paró Ter Stegen y la segunda fue desviada lo justo por Jordi Alba para evitar un empate que se resistió durante toda la tarde.
En esa fase del partido, el Barcelona estaba bloqueado. Ter Stegen regaló un balón a Carlos Soler en la salida de balón. El canterano estuvo inteligente y vio a Rodrigo en posición franca para rematar, en el punto de penalti. Rodrigo disparó y el portero azulgrana subsanó su error con un paradón, que se ayudó en el palo para esquivar la igualada antes del descanso.
En la segunda parte, el Valencia recibió el golpe más duro. Del 1-1 al 2-0. Rodrigo volvió a perdonar al Barcelona, lejos de la efectividad que está demostrando el internacional española esta temporada. El origen de la acción fue un resbalón de Umtiti ante Santi Mina. El gallego gestionó bien la contra y se la cedió a Rodrigo que tuvo un mano con Ter Stegen. Superó al alemán y cuando el valencianismo cantaba el gol, Piqué salvó el empate bajo palos. Si en un escenario se perdona de esta forma, se acaba pagando. Y así fue. Umtiti pudo ser villano y se convirtió en héroe en un minuto. Cabeceó un córner al primer palo y Neto se quedó de cerca de detenerlo. Quizá pudo hacer algo más el brasileño. Era el 2-0 y el partido se puso muy cuesta arriba para un Valencia desacertado cara a portería.
Pese a la distancia en el marcador, el Valencia no se dejó llevar y pudo recortar diferencias. Parejo lo intentó con un libre directo que rozó la escuadra. El Barcelona también comenzó a encontrar más espacios y pudo dejar el partido resuelto, pero Iniesta se encontró con Neto y Messi se quedó a centímetros del gol en una volea y en otra jugada individual.
Cuando todo parecía visto para sentencia, un penalti evitable de Ousmane Dembelé sobre Gayà dejó un rayo de esperanza a falta de cinco minutos. Parejo metió el penalti con suspense. El esférico se escurrió entre los brazos de Ter Stegen, que había adivinado el lanzamiento. El Valencia buscó el empate hasta el final pero llegó tarde. Zaza no conectó bien su cabezazo en el descuento y los tres puntos se quedaron en la ciudad condal. Ahora, toca esperar a lo que haga esta noche el Real Madrid en la Rosaleda porque los de Marcelino pueden volver a caer a la cuarta plaza.